Un tramo de la nueva vía en Chinchilla, ya completamente terminado a falta de la señalización.

(26/09/2012) La construcción de nueva línea de alta velocidad entre Albacete y Alicante tiene en el tramo inicial, hasta las proximidades de Almansa, uno de los sectores con más complejidad de trazados y fases de obras vistos hasta ahora. Ya en 2003 se construyeron las primeras variantes, en principio para mejorar el itinerario en ancho ibérico, en todo este recorrido.

Estas obras se fueron sucediendo en el tiempo hasta el año 2006, con la construcción de la primera Variante de Alpera. La irrupción del nuevo planeamiento de alta velocidad hacia Levante hizo que se revisara la situación de trazas, activas y en desuso, y se contemplara la construcción de dos itinerarios completamente segregados. Así la nueva línea de alta velocidad se encauzaría sobre los tramos de variantes ya construidos años atrás, mientras que los trenes en ancho ibérico volverían al viejo trazado construido por el Marqués de Salamanca a mediados del siglo XIX, con la construcción añadida de algunos tramos que cosían entre si los diversos trozos de vía no utilizados por la nueva alta velocidad. Cierto es que esas vías tienen unos excelentes perfiles y ya contaban con plataforma para vía doble.

El salto de carnero de la nueva vía convencional sobre la renovada vía para alta velocidad. Ya pueden verse las vías montadas con los nuevos postes de catenaria

Para evitar la interrupción de la circulación ferroviaria durante la realización de las obras, los trabajos realizados en este tramo se dividieron en dos fases El tramo ahora rematado, en su fase de plataforma, corresponde a la Fase II. Así se han adecuado 41,4 kilómetros de la anterior plataforma de ancho ibérico para una doble vía de ancho estándar (alta velocidad). La fase I había consistido en la construcción de una variante de ancho ibérico para que los trenes pudieran seguir circulando durante las obras de la fase II. Durante esta misma fase también se han construido 3,5 kilómetros de plataforma correspondientes a la nueva variante de ancho ibérico. En paralelo se han ido avanzando otros trabajos de infraestructura, y ya son visibles varios kilómetros de esa traza par alta velocidad con vías y con el montaje de la catenaria terminado..

Entre los elementos singulares de este tramo destaca el viaducto José Antonio Lara, de 562 metros de longitud, que permite el paso, mediante un espectacular salto de carnero, de la variante ferroviaria de ancho ibérico sobre la A-31 y sobre la futura línea de alta velocidad. En este punto se da la superposición vertical de tres plataformas: arriba la vía de ancho ibérico, en el medio la A-31 y abajo la de alta velocidad.

Viaducto José Antonio Lara..En la parte alta, las vías ibéricas en servicio. En el plano medio la A-31 y bajo la pérgola de la autovía las vías de alta velocidad en fase de montaje

La obras de la Fase I

Por su parte, las obras de la fase I consistieron en la construcción de la variante de ancho ibérico en este tramo (37,8 kilómetros), no sólo para el mantenimiento del tráfico ferroviario de mercancías y servicios regionales de viajeros durante las obras de la fase II, sino también una vez que entre en funcionamiento la alta velocidad. Salvo el tramo de Albacete a La Losilla, casi todo este tramo se hizo sobre tramos construidos en el siglo XIX que habían sido desmantelados en los últimos años.

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Variante de Chinchilla
Variante de Alpera
Variante Albacete-Chinchilla 
Variante de Almansa

 

Plano general del tramo. En azul las obras de la Fase I, para dar paso al ancho ibérico. En verde las obras de la Fase II, de la platafroma para la alta velocidad