El ABJ recién llegado a Mora, ya limpio de algunos grafitis que afeaban su chapa.

(20/07/2012) El transporte rematado ayer jueves de madrugada fue el broche final a una operación iniciada muchos meses atrás que se tramó entre la Fundació per a la Preservació del Patrimoni Ferroviari Industrial de Móra la Nova (FPPFI)  y el Museo del Ferrocarril de Madrid . La primera parte de esa operación fue el traslado de la locomotora 241-F-2238, la “Bonita”, desde las vías exteriores del museo hasta las vías conectadas a la RFIG, efectuada entre los días 26 y 28 de marzo (ver noticia). En esta fase se hizo una puesta a punto de la rodadura de los dos vehículos y de una segunda locomotora, la Mikado 141-F-2316, que también viajaría a Mora para su rehabilitación funcional.

El movimiento de este material se hizo en dos fases. La primera se culminó hace poco más de un mes, y en ella tuvo que quedarse en Madrid el automotor debido a que desde Seguridad en la Circulación de Adif se aconsejó no hacer una composición de material histórico tan compleja y larga. En el transporte tuvo un papel relevante el  Centro de Gestión de Red H24 que elaboró las marchas de dicho convoy, operación nada sencilla debido a la bajísima velocidad a la que tuvo que hacer todo el itinerario: 30 km/h. Esta misma intervención tuvo que repetirse para este último movimiento.

Paso del convoy histórico por Guadalajara	El tren de Mora detenido en un histórico nudo ferroviario: Ariza

El último transporte

La tercera y última pieza de esta operación de transporte de material histórico se desarrolló entre la tarde del pasado martes 17 de julio y la madrugada de este jueves. El martes llegó a las instalaciones de Delicias la locomotora de Renfe Integria 333-107, en el curso de unas maniobras de la composición del Tren de la Fresa, la cual enganchó el ABJ y lo remolcó hasta las cercanas vías de la terminal logística de Adif de Abroñigal. A la mañana del miércoles, la locomotora 269-604, la Gata, junto con el furgón D8-8150 (también rehabilitado por los amigos del ferrocarril madrileños). Este furgón, además de dar soporte logístico a los tripulantes del tren, permitía dar el freno al tren con una tubería pasante desde la locomotora.

Al igual que el transporte anterior, el transporte tuvo que realizarse a 30 km/h, pero no hubo que tener las restricciones del paso por agujas a 5 km/h, que en el anterior movimiento demoraron especialmente todo el viaje. Lo que si fueron precisas eran las doce paradas para revisión de las cajas de grasa y todo el tren, prescritas por la normativa de Adif para transportes tan excepcionales con material con muchos años de inmovilización.

Cuatro maquinistas de Renfe, socios de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid, junto con personal de apoyo de esta asociación y de Mora la Nova, llevaron el tren hasta su desino y lo introdujeron en la nave que la FPPFI tiene en esta estación para el mantenimiento de los vehículos. Allí reencontró a la Bonita y la Mikado, la cual ya luce mucho más elegante dados los trabajos de recuperación que ya han iniciado los socios de Mora. Este próximo otoño está prevista la inauguración de este nuevo recinto de preservación y se quiere que, al menos por ahora estéticamente, la Mikado luzca como en sus mejores tiempos.

La Yeyé de Mora, en pleno proceso de restauración, ermpujando el ABJ al interior de la nave taller	El ABJ estacionado en la nave junto a la Bonita y la Mikado que le precedieron en el viaje. La Mikado ya presenta un aspecto mucho mejor tras unos primeros trabajos de restauración.