(21/12/2011) Impulsadas por la Comunidad Europea del Ferocarril (CER), las compañías han acordado una posición común para afrontar el pronosticado crecimiento del tráfico ferroviario internacional de mercancías.

Uno de los corredores en los que se centran las reivindicacioenes y tomado como modelo por los operadores, es el Rotterdam-Génova, en el que será imprescindible la supresión de cuellos de botella como los existentes en Oberhausen, Basilea, Chiasso y Milán.

Este corredor, denominado 1 ó A, va de Rotterdam, en Holanda, y Zeebrugge, en Bélgica, a Génova, en Italia, vía Colonia, Duisburgo y Mannheim, en Alemania, y Basilea, atravesando Suiza a través de dos líneas.

Asimismo, se ha solicitado que las nuevas infraestructuras de la línea Betuwe y de los túneles de base del Lötschberg y del San Gotardo, sean enlzadas para convertirse en un corredor fluido y eficaz, eliminado los actuales problemas de capacidad.

Prioridad e interoperabilidad

Otras de las exigencias de los operadores para mejorar la capacidad de las líneas son la de la prioridad para los trenes de mercancías, procesos operativos armonizados y la introducción de surcos horarios basados en las necesidades reales del mercado y los clientes. Por otra parte se resaltó en Berlín que los actuales cánones y precios deben bajar para asegurar la competitividad del ferocarril.

También desde el punto de vista de la rentabilidad, se subrayó que las nuevas infraestructuras deben diseñarse para trenes de 1.500 metros de longitud, y que deben simplificarse y mejorarse los procesos para reducir al mínimo las paradas no realcionadas con la carga y la descarga.

La interoperabilidad fue otro de las cuestiones analizadas por los cuatro operadores que la consideran condición básica para la competitividad del ferrocarril frente la la carretera. En ese sentido reivindicaron la unificación de sitemas y nomativas nacionales, que añaden costes suplementarios y disminuyen las ventajas de tráfico transfronterizo.

Red europea

En noviembre de 2010, el reglamento UE n° 913 relativo a la creación de una red ferroviaria europea de mercancías competitiva entró en vigor. La red debería estar estructurada de modo que el transporte de mercancías sea más fiable y rápido y enlace realmente los centros económicos más importantes con mayor capacidad de la actual.

Para ello se definieron nueve corredores de mercancías internacionales que deberían estar operativos en 2015, y en los que los trenes mercantes cicularían con prioridad respecto a los de viajeros.