Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com El Día de la Música se celebra en el intercambiador de Moncloa, en Madrid

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El metropolitano madrileño ha sido, en su noventa años de historia, fuente de inspiración, escenario y local de ensayos

Ayer lunes y hoy martes, dieciséis grupos musicales celebran en el intercambiador de Moncloa de Madrid dos días conciertos gratuitos para los viajeros de Metro con motivo de la celebración del Día de la Música.


El Día de la Música se celebra en el intercambiador de Moncloa, en Madrid
 
 
 

(22/06/2010) Los conciertos tienen lugar en la planta -2 del intercambiador de Moncloa, desde las 15.00 hasta las 22.30 horas y en su primera jornada contaron con la actuación de ocho grupos de diferentes estilos. Pop rock de “Ernest”, “Before the Blue”, “Doctor Zoidberg”, “Vikxie” y “Vanilla Base”; pop folk de José Luis Subtil; latin jazz de Jaime Vasquez y la Calle Mora; y el pop de Icíar Álvarez.

Hoy martes 22 de junio se oirán los boleros de Hannibal Ariel; el pop rock de “Vinegar Works” “Jace y Loly”, “Shane”, “Cool” y “Walden Uno”; el flamenco fusión de “Calocando” y el rock metal de “Otra Cara”.

Metro y Música

Metro de Madrid ofrece en las estaciones de Usera y Cuzco, nueve locales de ensayo y grabación gratuitos, por los que han pasado cerca de 2.000 jóvenes músicos durante el último año.

Estas salas de ensayo son fruto de un acuerdo entre la Consejería de Transportes y la Dirección General de Juventud de la Comunidad de Madrid y se ofrecen a actores, músicos y artistas del mundo de la danza que no superen los 30 años.

En la estación de Metro de Cuzco existen tres salas de ensayo y una de sonido dedicadas al teatro y la danza, y en la de Usera, cinco salas para grupos de música donde se puede grabar, también gratuitamente, una maqueta con el asesoramiento técnico de los profesionales al cargo de los locales de ensayo. Por estas salas pasaron en sus comienzos artistas y grupos ya consagrados, como Los Refrescos, Habana Abierta, Amistades Peligrosas, Hijas del Sol o Malú.

Historia

Metro de Madrid, como fuente de inspiración de docenas de obras musicales o como escenario, ha estado presente en la historia de la música española de las últimas nueve décadas.

Según el estudioso de la zarzuela José Prieto Marugán la primera referencia al Metro en el castizo género chico llegó apenas unos años después de su inauguración, con el estreno en 1928 de “La chula de Pontevedra”, un sainete en dos actos con texto de Enrique Paradas y Joaquín Jiménez. En ella, la protagonista Rosiña, habitante de Cuatro Caminos, una de las cabeceras de la primera línea de Metro, comenta orgullosa que allí tienen “un gran metropolitano”.

Cuatro años después, en 1932, se estrena “El aguaducho”, en la que Cayetana, uno de los personajes, se queja de que le quitaron su puesto de bebidas en la plaza del Progreso (hoy Tirso de Molina) “pa poner el Metro”. La muy conservadora Cayetana confiesa a renglón seguido que aún no ha montado en el Metro: “¡Si a mi abuela le dicen que vamos a circular por las alcantarillas! ¡Mi abuela, que se peinaba con los dedos!”.

A lo largo de las siguientes décadas continúa habiendo referencias ocasionales al Metro en canciones, por ejemplo, del austro-español Franz Johan, en “Qué barbaridad”, de 1946).

La Movida

Pero será a la llegada de la democracia, con la eclosión del rock nacional, y concretamente en Madrid con el rock urbano y La Movida, cuando abunden las menciones a un medio de transporte consustancial a la juventud.

Así, “Kaka de Luxe”, germen de otros grupos como “Alaska y los Pegamoides” o “La Mode”, dejaron entre su escasa producción la irónica “Viva el Metro” (1978). El mismo año, “Leño”, primer conjunto de Rosendo, en su primer single, “Este Madrid”, mostraba en portada a sus integrantes saliendo de una boca de Metro.

El grupo “Topo” adoptaba como logotipo el rombo de Metro, pero con su nombre inscrito dentro y protagonizaría la portada de su primer álbum, de 1979. Ya en su tercer disco grabarían el tema “Reina del vagón”, sobre una belleza que ilumina “la eterna noche del Metro”.

Más cercano al pop estaba “Trastos”, que en 1980 publica su primer y único disco, el cual incluía entre sus canciones más conocidas “El loco de la línea 5”, el retrato de un excéntrico personaje que “monta en Aluche, irá hasta Ciudad Lineal”.

Sabina

Joaquín Sabina enumeraba cuatro estaciones de la 1 en su “Caballo de cartón” (1984): “Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal, donde queda tu oficina para irte a buscar”. Tiempo después el cantautor jienense comentaría de estos versos subterráneos: “Cuando la grabé la estación de metro se llamaba José Antonio. Cuando salió a la calle ya se llamaba Gran Vía. Por unos meses mi canción se adelantó a su tiempo sin saberlo.”

Inaugurando el siglo XXI, Manu Chao llevó por el mundo entero la megafonía de Metro de Madrid con su álbum “Próxima estación: Esperanza”, en el que se escuchaba el anuncio de la estación de la línea 4.

Escenario

Pero el Metro de Madrid ha sido también primer escenario para músicos de prestigio como Javier Álvarez que han reconocido que dieron sus primeros pasos musicales en improvisadas actuaciones en sus pasillos.

Otros, sin embargo, han aprovechado que en estos primeros años del nuevo siglo se ha producido un acercamiento activo de Metro de Madrid a la música, convirtiendo sus instalaciones en escenarios para la música en directo, del pop al flamenco, pasando por la ópera.

Así, artistas nacionales de todos los géneros han mostrado su arte en estaciones como Chamartín, Principe Pío, Nuevos Ministerios o Mar de Cristal. Entre ellos Diego El Cigala o Miguel Poveda, Luz Casal, Concha Buika, Rosario Flores o Sole Giménez, Raphael o al bailarín Antonio Canales, que presentó su obra “Torero” en Avenida de la Ilustración.

Además, en el Metro de Madrid se han organizado exposiciones fotográficas en torno a la cultura del rock, o escuelas de baile dentro del certamen “Flamenco pa tos”, impulsado por el dúo Gomaespuma. Por último, El Canto del Loco rodó su vídeoclip de “Eres tonto”, en 2008, en un moderno vehículo de metro ligero.