(26/04/2010) Bobadilla a Algeciras es uan línea netamente de mercancías con trazado complicadísimo, siguiendo el cauce del río Guadiaro y con vocación de prestar un eficaz servicio al puerto de Algeciras, uno de los mas importantes de la Peninsula e incluido en el eje de conexión con el Corredor Mediterraneo hacia Europa.

En síntesis, las obras realizadas entre el 26 de octubre y el próximo mes de diciembre, consisten en renovar carriles y traviesas, sustituyendo la superestructura hasta ahora existente por otra de mayor fortaleza a base de carril de 60 Kg/m sobre traviesa de hormigón monobloc, apta para acoger sobre ella tres carriles que permiten, los dos exteriores un ancho de 1.668 mm y el interior con uno de los exteriores, el ancho estándar de 1.435 mm. Con ello se conseguirá en su día que el transporte desde el puerto de Algeciras hasta Francia y resto de Europa, se haga en menor tiempo y con mayor capacidad, al eliminar la ruptura de carga en la frontera de los Pirineos.

Pero es que además el siguiente paso es que esta línea de duro perfil y trazado sinuoso, pueda ser electrificada, para lo cual lo primero era ampliar el gálibo vertical de los catorce túneles, de forma que la catenaria pudiera ser colocada sobre la vía a la altura correspondiente.

Alcanzar estos objetivos en una sola obra, implicaba contar con tiempo suficiente por un lado y resolver problemas logísticos de gran envergadura, como el suministro de materiales nuevos y la retirada del ya desmontado, así como los escombros procedentes del fresado de la base de los túneles. Porque para aumentar la altura de las bóvedas de los mismos, la única solución posible era actuar con gigantescas fresadoras sobre la solera de estos, para que la nueva vía se pudiera situar hasta 1.10 metros mas baja.

Para hacer mas complicada la ejecución de la obra, existía una limitación de tiempo y fechas, por la obligación de cumplir la declaración de impacto ambiental, sujeta a las condiciones de Espacio Protegido del Parque de Grazalema y Alcornocales, por el que discurre la vía férrea. Especialmente delicado, el de la Zona Especial de Protección de Aves y de Lugar de Interés Cultural atravesado por la vía férrea.

La prohibición de crear nuevos accesos a los tajos de obra y hacer improrrogables los periodos de trabajo, obligó por un lado a cortar durante seis meses el tráfico ferroviario y por otro a organizar la entrada y salida de materiales por la misma vía y túneles en renovación. El resultado ha sido que se ha trabajado veinticuatro horas a tres turnos y siete días por semana y con personal muy especializado.

El presupuesto es de 176 millones de euros para las obras realizadas en el invierno mas lluvioso de los últimos tiempos, que continuaran con trabajos complementarios hasta el próximo mes de diciembre, con trenes ya circulando.