Sistema operado por Lorry Rail en la autopista ferroviaria Perpignan-Luxemburgo

(07/10/2009) El ministro de Medio Ambiente francés, Jean-Louis Borloo y el secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, presentaron el pasado lunes a los tres candidatos que optan a operar el proyecto de la Autopista Ferroviaria Atlántica. Este proyecto tiene como objetivo preferencial el desviar tráfico de la carretera al ferrocarril, formando parte así de las estrategias principales del proyecto Grenelle Environnement (ver noticia)

Los tres candidatos que optan a operar esta autopista ferroviaria son, por un lado, Lorry-Rail, por otro la empresa del grupo Opticapital y, finalmente, sociedad formada por la empresa ferroviaria Eurocargo Rail junto con la empresa Combi Ouest. De estas empresas, Lorry Rail ya explota una autopista ferroviaria, con el sistema Modalhor, entre Perpiñán y Luxemburgo. Este operador está participado por el grupo Vinci, la Caja de Ahorros y la SNCF. Opticapital es un fondo de inversiones y Eurocargo gravita en la órbita del gigante alemán DB. 

Dimensiones del gálibo B-1, necesario para el transporte de camiones sobre plataforma ferroviaria, la clave del funcionamiento de una autopista ferroviaria

Según Borloo y  Bussereau, el proyecto de la autopista ferroviaria se engrana perfectamente con la estrategia ferroviaria presentada el pasado 16 de septiembre, la cual plantea un ambicioso reto de escala nacional que plantea una inversión de 7.000 millones de euros (ver noticia). El desarrollo de este corredor ferroviario aliviaría el tráfico de camiones, especialmente denso en este corredor que conecta, a través de Francia, los Países Bajos y el norte de Europa con la península Ibérica.

La oferta que se está diseñando para un tráfico desde Vitoria hasta Bélgica, aunque la autopista se circunscribe al territorio francés, desde el sur de Aquitania (Hendaya) hasta los departamentos de L’ile de France y Nord-Pas de Calais. En este corredor será preciso hacer acondicionamientos de la infraestructura en el eje Tours-Hendaya, con normalizaciones de puentes y túneles al gálibo B-1, adecuando catorce túneles y dos puentes. Este gálibo es el que permite el transporte de camiones a bordo de las plataformas rebajadas que componen los trenes de las autopistas ferroviarias.

La puesta en marcha de esta autopista apoya los objetivos del Grenelle Environement de reducir las emisiones de dióxido de carbono con la retirada de camiones de las carreteras, lo cual redundará en una evidente mejora de las condiciones de seguridad vial. El concesionario deberá poder operar con camiones en esta autopista ferroviaria una vez finalicen las obras de adecuación de las vías, previstas para el año 2011.