Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Royal Scotsman, turismo ferroviario de lujo en Escocia

Crónicas viajeras:  Noticia de actualidad


Circula entre los meses de abril y octubre

Conocer las tierras más alejadas, agrestes y bellas, de Escocia al ritmo suave de un tren de época. Royal Scotsman permite visitar viejos castillos y destilerías del mejor whisky y, a la vez, compartir horas de charla durante la marcha y degustar la comida más exquisita, hecha a bordo.


Royal Scotsman, turismo ferroviario de lujo en Escocia
 
 
 

(21/05/2009) El Royal Scotsman es un tren turístico de lujo que, entre los meses de abril y octubre, realiza rutas muy exclusivas de hasta cuatro días. Su punto de partida es la estación Waverley en Edimburgo y su objetivo, visitar las tierras altas de Escocia. El viajero que ha vivido la experiencia puede contar que el periplo ferroviario que gestiona la prestigiosa cadena hotelera Orient Express le permite sumergirse en una forma de viaje antigua, tradicional. Una oferta que está más próxima a las peregrinaciones a pie o de las navegaciones a vela que a los conceptos modernos y estresantes de las excursiones en coche o los saltos en avión.

Una composición de nueve coches de estilo eduardino nos trasporta a una de esas experiencias en las que el pasajero puede y quiere gastar su tiempo de manera generosa contemplando con la lentitud necesaria como discurre suavemente el paisaje. Su privilegiada atalaya móvil es un tren equipado con la comodidad, el sabor y el lujo de la primera edad dorada de este veterano medio de transporte. Todo lo contrario de lo que acontece en los viajes en coche y en avión en la que el vehículo engulle el entorno y priva al pasajero de su disfrute.

A medida que el Royal Scotman remonta la geografía escocesa hacia las tierras altas entramos en un territorio al que el tren, hace siglo y medio, llegó primero. Donde las hay, las carreteras fueron tendidas (en carril único y sin asfalto) hace poco más de cuatro décadas. Aun hoy en muchos puntos de ésta geografía salvaje se realizan obras para conseguir que estos caminos para automóviles tengan una estructura moderna con doble dirección.

Una vez que el tren parte de Edimburgo, tras el paso por Forth Bridge (el puente ferroviario más espectacular del Reino Unido construido en 1880 por Benjamin Baker), va dejando en la ruta a Aberdeen e Inverness. Nos adentramos con el traquetreo suave en unas tierras solitarias con la cordillera Torridon nevada como telón de fondo, hasta llegar la delicada estación costera de Kyle of Lochalsh, junto a la isla Skye.

hspace=10A diferencia de otras ofertas de turismo ferroviario en las que el convoy es poco más que un hotel rodante que el viajero solo utiliza para dormir, el Royal Scotsman cumple con todas sus consecuencias su función de sistema de transporte básico durante todo el periplo. El autobús de apoyo, que también existe, es en este caso es un mero auxiliar que permite a los viajeros acercarse desde las estaciones próximas hasta espléndidas destilerías del mejor whisky, como Dalmore o Glenmorangie , o a tradicionales castillos y casas señoriales escocesas como Eilean Donan o Ballindalloch, hoy convertidas en complejos de ocio.

En el Royal Scotsman tan importante como las visitas resulta saber gastar el tiempo en el precioso coche observatorio en animada charla con los compañeros de viaje, o degustar la más exquisita comida que se elabora en la mejor cocina móvil que se puede encontrar en el Reino Unido y se sirve en dos coches restaurante de época en una experiencia gastronómica difícil de olvidar.

El restaurante del Royal Scotsman elabora sus menús a diario dependiendo de los ingredientes locales o estacionales disponibles en la ruta. El chef y sus dos ayudantes trabajan la cocina de a bordo sacando partido a ingredientes naturales tales como el pez ahumado de Inverawe Smokehouse, las cigalas y vieiras de Kyle of Lochalsh, el salmón del Río Tay o la ternera de Aberdeen.

Composición con historia

La versión moderna del tren Royal Scotsman fue creada en 1985 y reactualizada en 1990. Los propietarios compraron diez coches Pullman que dejaron de prestar servicio regular a mediados del siglo XX. Tras su completa reforma interior para adaptarlos a los estándares de confort más exigentes, el convoy cobró la forma que tiene hoy.

hspace=10El coche observatorio está situado en la cabeza o en la cola, en su origen entró en funcionamiento en 1961 como un vehículo cocina de primera clase. En 1989 fue equipado con cómodos sillones, y su plataforma exterior lo convierte en un inmejorable mirador.  Dispone también de dos coches restaurante. El primero de ellos data de 1962, tiene capacidad para dar de comer a veinte pasajeros y mantiene su antiguo nombre Pullman: Raven. El segundo, conocido como Victoria, fue construido en 1945 y fue usado por Winston Churchill para sus reuniones y para trabajar en su programa electoral durante la campaña a las elecciones que siguieron al final de la II Guerra Mundial.

La composición tiene coches dormitorio, construidos originariamente como Pullman en 1960 y retirados del servicio en 1978. Están provistos de dieciséis cabinas dobles y cuatro individuales. Cada cabina posee camas bajas, tocador, armario ropero, calefacción de control individual, ventiladores de techo, así como ducha, lavabo y baño y un suministro constante de agua caliente.


Un viaje cargado de detalles

Omnipresencia de Escocia: Durante todos y cada uno de los minutos que dura el viaje en el Royal Scotsman la fuerte personalidad de la cultura y de las costumbres escocesas inundan el ambiente. En el momento de la llegada al tren, y siempre que la ocasión lo permite, los viajeros están acompañados por gaiteros que interpretan melodías típicas de la tierra. En las fiestas que, por la noche, se realizan en el interior del tren, algunos pasajeros y la tripulación visten con las faldas y los bolsos típicos de la región.

La tripulación: La proporción de un tripulante por cada tres huéspedes es excepcionalmente alta. El servicio se ocupa de hasta el más pequeño detalle, ahorrando al viajero la necesidad de tomar decisiones y proporcionando unas vacaciones relajadas.

hspace=10Visitas exclusivas: Las visitas a castillos y casas señoriales adquieren un carácter especial ya que la cadena hotelera Orient Express que gestiona el tren ha pactado con los dueños de estas propiedades que sean ellos mismos los que dirijan el tour. Así el huésped del Royal Scotsman puede conocer en primera persona la historia de algunas familias tradicionales de Escocia.

Disfrute de las inclemencias: El clima en Escocia es extraordinariamente variable. En una misma jornada visitando las tierras altas primero diluvia, después hace viento, luego nieva y entre medias sale el sol. Cada nuevo fenómeno meteorológico tiene una luz especial que ofrece a un mismo paisaje matices muy distintos. El peculiar diseño del viaje en el Royal Scotsman, con el disfrute del coche de observación y su plataforma al aire libre, facilita la posibilidad de vivir intensamente estos cambios de climatología sin necesidad de sufrir sus consecuencias negativas.

Vinos y whisky: La comida a bordo del tren es exquisita, pero no menos cuidada es la bodega. En cada almuerzo o cena se sirven entre dos y tres vinos distintos, blanco, tinto y dulce, con denominaciones francesa, chilena, australiana, portuguesa o española. Entre las excursiones que se realizan fuera del tren destacan las visitas a destilerías de whisky. En alguna de ellas el viajero recibe una explicación detallada el proceso de destilación y en todas se realiza una completa degustación.

Ver galería completa