Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com La Mikado en escala HO ya está en vía

Aficionados:  Noticia de actualidad


Modelo de Electrotren

Electrotrén ha iniciado la comercialización de sus primeras referencias de esta locomotora, presentando una versión original y otra correspondiente a la utilizada para dar tracción al Tren de la Fresa del Museo del Ferrocarril de Madrid-Delicias.


(17/04/2009) Como estaba previsto, el parque de locomotoras de vapor españolas en miniatura se incrementa con la Mikado, uno de los modelos con mayor personalidad de Renfe y, a la vez, más conocidos por los aficionados y por quienes, sin serlo, han tenido la posibilidad de viajar o contemplar alguno de los trenes histórico-turísticos que circulan actualmente, gracias a la conservación de tres locomotoras, en orden de marcha, asignadas al Tren de la Fresa (141F-2413), a la Asociación de Amigos del Ferrocarril de León (141F-2346) y al Museo del Ferrocarril de Monforte (141F-2111). Igualmente, otras piezas conservadas como monumentos salpican la geografía española de testimonios de la que fue una de las series más características de la tracción vapor ibérica.

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La Mikado 141F-2410 (versión original) de Electrotrén

Vista del lateral derecho

Frontal de la versión de la 241F-2413 del Museo del Ferrocarril

De diseño británico, la serie estuvo compuesta por 242 unidades, siendo por tanto la más numerosa encargada íntegramente por Renfe, por detrás de la serie 400 de Norte o las “Renfes” 240, de las que algunas unidades corresponden a pedidos de las Compañías de Andaluces y de Oeste. En su construcción, además de las fabricadas en el Reino Unido (veinticinco unidades), participaron las industrias españolas de forma muy distribuida, interviniendo Maquinista Terrestre y Marítima (53 unidades), Babcock & Wilcox (53 unidades), Euskalduna (58 unidades) y Macosa (53 unidades). Las primeras locomotoras se entregaron en 1953, completándose el pedido en 1960. La práctica totalidad de la serie fue equipada con quemadores de fuel-oil, saliendo algunas unidades así directamente de fábrica.

Como antecedentes de esta locomotora en miniatura, pueden mencionarse una veterana referencia de la marca Paya, con más aire de juguete que de reproducción modelistica, unos kits de montaje metálicos de Keyser y Model Loco, distribuidos por comercial Brit-Line y las piezas artesanales realizadas por ATF, realizadas íntegramente en latón.

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El tender unificado es común a otras series de locomotoras

Se han reproducido hasta los pequeños asideros del arenero

 Entre la caldera y el rodaje hay espacio libre

Electrotrén ha dedicado un tiempo considerable al desarrollo de este modelo y, aunque existe el lejano antecedente de la pequeña locomotora de maniobras de rodaje 120, puede considerarse que esta marca se estrena con esta pieza en la tracción vapor. Para compensar la posible inexperiencia en este campo, Electrotrén ha contado con la ventaja de pertenecer al grupo Hornby, cuya larga trayectoria aporta un amplio bagaje en este tipo de productos.

En el diseño de una locomotora de vapor en miniatura se conjugan unos criterios que, a veces, pueden ser contrapuestos. Éste es el caso de la robustez y el rigor en el detallado. Evidentemente, la incorporación de pequeñas piezas implican una mayor fragilidad y el conseguir una pieza que pueda ser manejada sin excesivos cuidados puede obligar a prescindir de algunos elementos. El equilibrio entre estos dos parámetros puede ser la clave para satisfacer las exigencias de un mayor número de aficionados aunque, en cualquier caso, el objetivo es complicado, dado lo variado de las preferencias de una clientela muy rigurosa.

El modelo presentado por Electrotrén se ha concebido con unas altas cotas de detalle, respetándose rigurosamente todos los elementos externos del prototipo, sin escatimar en la incorporación de múltiples piezas accesorias cuya incidencia en el proceso de montaje es considerable.

Motorización oculta

En este tipo de locomotoras existen diversas opiniones, a veces enfrentadas, sobre las alternativas de equipar el motor en el tender o en la propia locomotora. La primera opción es, en principio, de mayor sencillez y puede proporcionar marchas más suaves, al no tener que depender de un preciso ajuste de las numerosas piezas que forman parte de la transmisión por medio de bielas. La segunda es la preferida por los más puristas, que consideran una aberración que el tender empuje a la locomotora y no al revés, como es en la realidad.

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 Unión locomotora-ténder

Una imagen impensable hace pocos años: la Mikado junto a la “Bonita” de Ibertrén

La cabina cuenta con un excelente detallado

En este caso, se ha optado por instalar el motor en la locomotora, con el reto que supone que éste y sus correspondientes engranajes, no sean visibles en la cabina o en el hueco existente entre la caldera y el bastidor. El motor junto a sus dos volantes de inercia se aloja en la caldera y, por medio de un sinfín, se transfiere el movimiento a una cascada de piñones que quedan ocultos en el hogar.

La transmisión llega hasta el cuarto eje motriz y se transmite a los restantes por medio de las bielas lo que requiere que todo el esfuerzo se ejerza a través de las delgadas bielas. En este caso, Electrotrén ha optado por mantener la rigurosidad de las dimensiones, con un embielado fino y preciso pero que, en el caso de ser sometido a marchas bruscas con fuertes tirones, podrían producirse desajustes de la transmisión. La marcha es muy suave y silenciosa, con una espectacular marcha lenta incluso en la versión analógica. La locomotora no es muy pesada, pero está dotada de aros de adherencia en uno de los ejes.

La característica más relevante del modelo es el exquisito detallado que incluye todo tipo de asideros, pasamanos, tubos, válvulas, grifería, etc., todo ello montado de fábrica a excepción de los accesorios previstos para exposición, como son los tubos de alojamiento del pistón, el enganche de husillo, las mangueras de freno de vacío y las cadenas de seguridad.

Evidentemente, la gran cantidad de pequeños detalles confiere fragilidad al modelo, contribuyendo también el hecho de que la bancada es de un material plástico poco rígido y, al ser esta la zona más propicia para sujetar la locomotora para el posicionamiento en la vía, esta pieza puede sufrir ligeras deformaciones. No se ha previsto la instalación del enganche funcional en el testero frontal, por lo que las dobles tracciones están restringidas.

La distancia entre la maquina y el ténder, aunque no es exacta, es bastante reducida, existiendo una plancha abatible entre ambos para dar continuidad al suelo de la cabina. Pese a ello, este modelo puede circular por curvas de radio 1. Tanto la cabina de la locomotora como la del tender están exhaustivamente detalladas, con todos los elementos pintados en su correspondiente color.

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El tender tienen orificios en su base par permitir la difusión del sistema de sonido

Comparativa entre las toperas de la Mikado (según norma NEM) y la 241 de Ibertrén, en donde se ha ensanchado esta cota

La Mikado emparejada con una 1600 de la primitiva Ibertrén

Todas las ruedas son de radios a excepción de las del bisel delantero, que son macizas pero incluyendo los pequeños taladros para la fijación al torno. Las dimensiones del rodaje se ajustan a la norma NEM 310 así como la distancia entre los topes frontales. Esta última circunstancia provoca un efecto extraño en la fisonomía de la Mikado, ya que esta cota está normalizada considerando el ancho de vía UIC pero, en el caso del ancho ibérico, esta distancia es algo mayor. Probablemente, en este caso, el transgredir la normativa hubiera favorecido el aspecto del modelo.

El desarrollo de componentes de montaje superficial permite ahora poder disponer de puntos luminosos de dimensiones reducidísimas. El modelo de Electrotrén está equipado con unos pequeños diodos luminiscentes instalados en el interior de los pilotos de situación, lo que ha obligado a sobredimensionar las cajas de los dos focos ubicados sobre la topera. La intensidad luminosa de estos puntos así como la de los pilotos rojos del tender es muy intensa y, quizá, excesiva.

Las escasas inscripciones con las que contaban las locomotoras de vapor están nítidamente reproducidas. Las placas de matrícula y del fabricante están serigrafiadas para facilitar las posibilidades de realizar con facilidad distintas numeraciones, pero su aspecto es muy realista.

Como es habitual en Electrotrén, se ofrecen las versiones analógica, digital, digital con sonido, alterna digital y alterna digital con sonido. El equipo de sonido se aloja en el tender y está compuesto por un decodificador Lok Sound y un micro altavoz de veintiocho milímetros de diámetro. El sonido se difunde a través de los orificios previstos en la base del tender. Ninguna de las versiones está prevista para la instalación de un dispositivo generador de humo y su instalación artesanal puede resultar muy complicada.

Original y museo

De momento, Electrotrén ha incorporado a su catálogo dos versiones de decoración correspondientes a dos unidades concretas, respetando cada una de sus peculiaridades. Una de ellas corresponde a la locomotora 141F-2410 que, estando asignada al depósito de Lérida, tuvo el honor de estar tripulada por una pareja de maquinistas que obtuvieron el premio a la locomotora mejor cuidada del año 1966. Debido a esto, cuenta con algunos detalles fruto del esfuerzo de sus tripulantes por mantenerla flamante, como pueden ser los bordes de las placas levanta humos y los marcos de las ventanillas de la cabina pintados de color dorado.

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El enganche, la manguera de freno, las cadenas y las  fundas de los pistones se suministran como accesorios

Los ejes motrices están dotados del desplazamiento lateral suficiente para la inscripción en curvas de radio R1

Nueva versión correspondiente a la 141F-2386 prevista para su lanzamiento durante el 2009

La otra referencia está inspirada en la locomotora del Museo del Ferrocarril de Madrid, 141F-2413, probablemente la máquina de vapor más fotografiada de la historia del ferrocarril español, al ser durante muchos años la protagonista del Tren de la Fresa. Para este modelo, Electrotrén ha tenido en cuenta la ausencia de la placa de fabricación y el hecho de que el tender fue recuperado de otra locomotora, en concreto de la 141F-2351, así como que sus topes fueron pintados de color blanco, lo que aparte de poco práctico resulta poco ferroviario.

Dentro de las novedades para el año 2009, ya se anuncia otra versión de la Mikado, la 141F-2386, con las placas levanta humos pintadas en color verde, para evidenciar su pertenencia al depósito de Castejón.

La 242 tender de Ibertrén está a punto de incorporarse al parque de material español de vapor

Si se materializan los propósitos de la marca Startrain, los aficionados a la escala N también podrán ver circular las Mikados por sus instalaciones, ya que esta marca tiene previsto el lanzamiento de cinco versiones de esta locomotora recogiendo las diferencias externas de cada uno de los fabricantes que intervinieron en la construcción de la serie.

Probablemente, Electrotrén producirá bastantes versiones de este excelente modelo, es posible que en series no muy numerosas, que irán incrementando el parque de locomotoras de vapor españolas que, si se cumplen las expectativas, en un corto intervalo de tiempo va a pasar de la nada a una situación impensable hace pocos años hasta por los aficionados más optimistas. En breve, otra nueva locomotora de vapor se incorporará por iniciativa de Ibertrén Modelismo, que tiene prevista la inminente presentación de una locomotora-tender con rodaje 242, ex-Estado, en versiones carbón y fuel-oil.