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Enviar por emailEl pasado 23 de mayo se inauguró en Barcelona la nueva línea de cercanías C-7 de Renfe , que une el Vallès Occidental con el Baix Llobregat. La línea, que aprovecha el trazado de mercancías de la línea El Papiol-Mollet, conecta los dos municipios sin atravesar el centro de Barcelona.
(05/06/2005) 
La nueva línea de cercanías C-7, que conecta Martorell y LHospitalet de Llobregat, a través de Cerdanyola del Vallès, entró en servicio el pasado 23 de mayo. La línea, que unirá el Baix Llobregat con el Vallès Occidental sin atravesar el centro de Barcelona, se ha hecho realidad tras la remodelación de las estaciones de Rubí y Sant Cugat.
El trazado recupera el itinerario a partir de Cerdanyola Universitat, para continuar por Moncada hasta LHospitalet, y pone fin a una histórica reivindicación de los municipios y asociaciones del Vallès para que esta antigua línea de mercancías fuera utilizada para viajeros.
La actuación ha consistido en la mejora de los sistemas de seguridad y el incremento de la capacidad operativa del ramal de mercancías Castellbisbal-Mollet, además de la mencionada remodelación de las estaciones de Rubí y Sant Cugat. La inversión se ha elevado a 17,08 millones de euros, y ha supuesto la incorporación de 14,2 kilómetros de nueva vía.
La línea comienza en LHospitalet, pasa por Barcelona Sants, Cerdanyola, la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), San Cugat, Rubí, Castellbisbal, y entra en el Baix Llobregat hasta conectar con Martorell, donde enlaza con la línea C-4 hasta llegar de nuevo a LHospitalet, donde cierra el círculo.
La línea se ha denominado finalmente C-7, aunque estaba previsto que se llamase C-5, de acuerdo con la denominación decidida por la Autoritat del Transport Metropolitá (ATM), que confiere los números 5 y 6 a las líneas de los Ferrocarrils de la Generalitat de Manresa e Igualada.
El Ferrocarril entre El Papiol y Mollet fue construido en 1982 para que los trenes de mercancías, especialmente el muy criticado y polémico “tren nuclear”, que transportaba residuos atómicos de la estación de la central de Vandellòs en dirección a Francia, y que dejó de circular en noviembre de 1994, no tuviesen que cruzar el área urbana de Barcelona. Hace años que los municipios de ambas comarcas del Vallés reclamaban que se utilizase para viajeros, pero hasta ahora sólo se aprovechaba la estación de la UAB los días lectivos, como ramal de la línea 4.
De momento, los transbordos sólo son posibles, con otros trenes de Renfe, en Martorell y Cerdanyola, aunque la estación de San Cugat, ubicada en el barrio de Coll Favà, sólo está a 400 metros de las vías de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC). ATM tiene previsto construir un intercambiador en la futura estación de Vullpalleres.
Inicialmente, los trenes de la C-7 circularán cada media hora, aunque algunos alcaldes del área piensan que, ante el éxito de usuarios, Renfe se verá obligada a reducir esta frecuencia en breve, al tiempo que reivindican que la línea se amplíe lo antes posible hasta Mollet, en el Vallès Oriental.
El trayecto Martorell-Cerdanyola se realiza en 21 minutos, lo que supone un ahorro estimado de 43 minutos respecto al tiempo actual. Se prevé que unos 6.000 usuarios utilicen a diario el nuevo servicio.