(22/12/2008) Preguntado por el motivo, Nadal hizo referencia a tres problemas. Primero, las pendientes en la línea internacional son “demasiado pronunciadas” para trenes de mercancías arrastrados por una sola locomotora, pues, en su opinión, se necesitarían dos locomotoras, con una máquina de cola en la mayoría de los casos. En segundo lugar, los cánones de acceso sería demasiado altos; Nadal hizo hincapié en que el anterior presidente de SNCF, Louis Gallois, ya expresó esta opinión poco después de adjudicarse la concesión.

Demasiados costes

Por último, el túnel de 8,2 km que atraviesa los Pirineos no se equiparía con el sistema estándar francés KVB de protección automática de trenes, si no sólo con el ETCS Nivel 2. Ello exigiría la utilización de locomotoras especialmente equipadas. Y lo que es más, toda locomotora que circulara por esta ruta tendría que ser compatible con tres sistemas: 25 kV 50 Hz, 1,5 kV y 3 kV c.c.

Nadal aseguró que todo esto implica “demasiados costes”, tanto es así que habría que instalar un tercer carril en la línea de ancho ibérico existente hacia España, posiblemente a través de Port Bou. Nadal concluyó: “No me atrevería a decir que nunca circularán trenes de mercancías por la línea, si no que la utilización del túnel implicará un coste extra enorme”.