(04/12/2005) 
La entrada en servicio de la línea Figueras-Perpiñán, prevista para 2009, marcará un hito en la historia de las comunicaciones. Por primera vez, dos redes ferroviarias que hasta ahora tenían dos anchos de vía distintos van a quedar conectadas directamente, sin necesidad de transbordo o cambio de ancho.

La línea Figueras-Perpiñan (ver VIA LIBRE nº 480) tiene además una dimensión europea de gran calado, pues va a permitir la conexión de las redes ferroviarias de alta velocidad española y francesa. Y, a través de esta última, el enlace de la Península Ibérica con el resto de Europa.

La sección internacional Figueras-Perpiñán está incluida en la Red Transeuropea de Transportes, dentro del denominado “Eje Ferroviario de Alta Velocidad del Suroeste de Europa”.

La Unión Europea ha puesto en numerosas ocasiones esta obra como ejemplo de cooperación transnacional, ya que cumple varios aspectos innovadores establecidos en el Libro Blanco de la Comisión: se trata de un proyecto transfronterizo que salva una importante barrera natural, los Pirineos; está concebido para tráfico mixto de viajeros y mercancías; y, finalmente, responde a un sistema de financiación público-privado.

Las obras consisten en la realización de una nueva línea ferroviaria de alta velocidad y doble vía entre Figueras y Le Soler, cerca de Perpiñán, de aproximadamente 44,4 km (19,8 en España y 24,6 en Francia). La actuación más importante es el túnel transfronterizo de Pertús (de doble tubo), de unos 8,3 km de longitud, de los cuales, 0,97 m transcurrirán en territorio español y los 7,35 restantes por tierras galas.

Esta línea conectará por el sur con el tramo Barcelona-Figueras (encomendado al ADIF) y en Francia, con la línea convencional existente, aunque se prevé la prolongación posterior con una nueva línea entre Perpiñán y Montpellier.

La línea será para tráfico mixto de viajeros y mercancías, tendrá ancho UIC y una velocidad máxima de diseño de 350 km/h. Además, se ha adoptado el sistema de señalización europeo ERTMS. Tras su puesta en servicio, se prevén unos tráficos de 2,9 millones de viajeros anuales y 2,9 millones de toneladas al año.

El coste total de la línea se elevará a 949,1 millones de euros, de los cuales 301 se destinarán a la construcción del túnel de Pertús. La línea Figueras-Perpiñán cuenta con 540 millones de subvenciones públicas, incluidas las ayudas de la Unión Europea que, de momento, ascienden a 78 millones de euros. Las obras han sido adjudicadas a la UTE TP Ferro, formada por las empresas españolas ACS y Dragados y la sociedad francesa Eiffage.

El túnel de Pertús dispondrá de las más modernas medidas de seguridad: 41 galerías de seguridad entre ambos tubos, separadas entre sí cada 200 m, y 4 galerías destinadas a equipamientos cada 1.600 m. Tendrá también instalaciones de auxilio en las bocas norte y sur del túnel con accesos directos, ventilación, redundancia de equipos de control, ventilación, detección y extinción de incendios, así como sistemas de detección de elementos extraños en los accesos a los túneles.
Por otra parte, el proyecto de la sección internacional está sometido a las estrictas exigencias ambientales incluidas en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) española y en la Declaración de Utilidad Pública (DUP) francesa.

El origen de esta espectacular obra ferroviaria se remonta al año 1995, cuando los gobiernos de España y Francia suscribieron un acuerdo para el desarrollo de la construcción y explotación, en régimen de concesión, de la sección internacional de una línea de alta velocidad entre Figueras y Perpiñán.

Las obras a la galería de acceso intermedia al túnel en Francia y las de la boca sur en España comenzaron en noviembre de 2004. En marzo de 2005, se iniciaron las obras exteriores en el lado de España, y, en mayo, las obras exteriores en el lado francés. Las obras de la boca norte (Francia) comenzarán cuando lleguen las tuneladoras procedentes de España, que ya han iniciado la excavación.