(21/01/2016) En el conjunto de inversiones proyectadas por la empresa pública este año, destacan los proyectos para el desarrollo de conexiones entre Pekín y las regiones centrales y occidentales.

En 2015, CRC invirtió casi 114.600 millones de euros en infraestructuras ferroviarias, frente a los 112.500 millones de euros de 2014, y puso en servicio 9.531 nuevos kilómetros de ferrocarril. De ellos, 3.306 kilómetros corresponden a líneas de alta velocidad, con lo que la longitud total de la red de alta velocidad ha superado los 19.000 kilómetros.

Sin embargo, en paralelo al elevado nivel de inversión de CRC, las pérdidas han comenzado a aumentar. En los tres primeros trimestres de 2015, las pérdidas superaron los 1.300 millones de euros, el triple del déficit registrado en el mismo periodo de 2014.

En cuanto al volumen de negocio de mercancías, descendió un 10,5 por ciento en el ejercicio pasado, y cayó hasta los 3.400 millones de toneladas. La caída en el transporte de mercancías en 2014 fue del 4,7 por ciento.

Más de 388.000 millones de euros en el periodo 2016-2020

Aún así, China Railway Corporation pretende mantener o incluso aumentar la tasa de inversión en la expansión de la red ferroviaria. De acuerdo con la información publicada en el Diario de Información Económica chino a finales de noviembre, se invertirán más de 388.000 millones de euros en la construcción de nuevas líneas entre 2016 y 2020, como parte del décimo tercer Plan Económico de Pekín, cifra que se acerca al total invertido en el período 2011-2015.

Los datos ofrecidos por la compañía pekinesa Caixin Media, dedicada al análisis y publicación de información económica, financiera y de negocios, en un informe que ha visto la luz este mes, son aún más optimistas en lo que respecta a inversión en ferrocarril en el periodo 2016-2020 que, según su análisis, podría elevarse hasta los 528.000 millones de euros.

A partir de 2020, más de 23.000 kilómetros de nuevas líneas se sumarán a la red ferroviaria china, que aumentaría hasta aproximarse a los 150.000 kilómetros, mientras que la red de alta velocidad alcanzaría los 30.000 kilómetros.