(04/06/2013) SNCB ha afrimado que: “El diseño de las unidades V250 tiene defectos importantes que pueden tener consecuencias graves para la seguridad y la fiabilidad. Además, la gestión de la calidad de su construcción es inadecuada. En estas circunstancias, SNCB sólo puede responder anulando el pedido de las unidades”.

Unidad V250 de Ansaldoreda

En principio, los trenes debían haberse entregado en 2007, pero entraron en servicio comercial entre Ámsterdam y Bruselas el 9 de diciembre de 2012. Sin embargo, sólo unas semanas después, el 17 de enero, los trenes fueron retirados, tras descubrir que la acumulación de nieve había provocado la caída a la vía de algunos componentes alojados en parte baja del tren. En ese momento, SNCB y los Ferrocarriles Holandeses (NS) dieron tres meses de plazo a Ansaldobreda para resolver los problemas técnicos e introducir en los trenes los criterios de calidad que se especificaban en el contrato. SNCB advirtió a Ansaldobreda que si no cumplía este plazo, cancelaría inmediatamente la totalidad del contrato.  Corrosión de ruedas y bogies

La semana pasada, el presidente de SNCB, Marc Descheermaker, presentó una larga lista de problemas de los V250, incluidos algunos de seguridad, como el calentamiento de las baterías, componentes sueltos en las cubiertas y corrosión de ruedas y bogies. SNCB afirma que ya no tiene confianza en que los problemas detectados se resuelvan alguna vez o en que se incorpore a los trenes el nivel de calidad requerido.

SNCB y NS han encargado conjuntamente a Mott MacDonald que elabore un informe sobre la adquisición de la flota V250. Este informe concluye que la resolución de los problemas importantes exigirá una considerable inversión adicional y que podría tardar entre diecisiete meses y dos años en solucionarlos.

Reclamación por daños y perjuicios

SNCB también ha encargado a otra consultora, Concept Risk, que analice la capacidad técnica del tren V250. Concept Risk expresó serias dudas sobre el diseño y la construcción de las unidades, incluyendo los costes de mantenimiento y el rendimiento del sistema de frenado.

Además, a SNCB le preocupa la situación económica de la empresa matriz de Ansaldobreda, Finmeccanica, argumentando que podría tener consecuencias a largo plazo para el suministro de piezas de recambio del V250.

Por lo tanto, SNCB ha decidido cancelar su pedido de tres trenes y suspender las garantías bancarias sobre los pagos preliminares, que ascienden a 37 millones de euros. También está preparando una reclamación legal por daños y perjuicios a Ansaldobreda.

NS aún no ha decidido

El fabricante ha respondido diciendo que no está de acuerdo con la decisión de SNCB ni sobre las conclusiones de la investigación. La compañía afirma que está resuelta a mantener el contrato, junto con otro mucho mayor de dieciséis trenes que tiene pendiente con NS, que aún no ha decidido formalmente qué hacer. Esto significa que posiblemente Ansaldobreda y SNCB se vean en los tribunales en un futuro no muy lejano.

La cancelación del pedido de las unidades V250 tiene consecuencias importantes para High Speed Alliance, la empresa de participación conjunta formada por NS (90 por ciento) y KLM (10 por ciento), que posee el contrato para gestionar los servicios Fyra conjuntamente con SNCB. Aún no se ha tomado decisión alguna sobre el futuro del pedido de unidades V250 realizado en junio de 2012.

Futuro de los servicios ferroviarios entre Holanda y Bélgica 

Mientras tanto, debe encontrarse una solución para la explotación de los servicios transfronterizos entre Ámsterdam y Bruselas. Desde el pasado mes de marzo, viene circulando un servicio cada dos horas entre La Haya y Bruselas, utilizando locomotoras multisistema Traxx, alquiladas por SNCB a Bombardier y material rodante ICR de NS. Los trenes circulan por la red convencional, y cruzan la frontera en Roosendaal.

Tras la cancelación del pedido de unidades V250, SNCB reabrirá las discusiones con NS sobre el futuro de los servicios ferroviarios entre Bélgica y Holanda. El objetivo es restablecer un servicio cada hora, pero, el primer paso será aumentar las frecuencias a diez trenes diarios por sentido a partir de septiembre, a lo que seguirá otro aumento de las frecuencias en diciembre.

Como accionista de Thalys, SNCB presionará para introducir servicios de alta velocidad entre Ámsterdam, Bruselas y París, e, igualmente, como accionista de Eurostar, expondrá sus argumentos para ampliar los trenes que circulan entre Londres y Bruselas hasta Ámsterdam. Asimismo, la compañía ferroviaria belga ha retomado sus planes para implantar servicios transfronterizos convencionales entre Amberes y Eindhoven.