(17/05/2013) 
Según informó Renfe, el plan que está desarrollando compatibiliza la racionalización del gasto con la continuidad de los servicios, intentando aprovechar sinergias y mantener las oportunidades de viaje.

De este modo, trenes de larga distancia podrán prestar cobertura a usuarios de media distancia, y en otros trayectos de escaso tráfico, podrán sustituirse con otros modos de transporte. Además, se pondrán en marcha mejoras de los horarios y el uso de trenes más pequeños. 

El plan se desarrolla siguiendo criterios objetivos de eficiencia social, medioambiental y económica  y en este sentido pretende paliar el déficit que generan algunos servicios de media distancia ya que el 51,7 por ciento de los trenes se destinan a cubrir servicios que sólo utiliza un 16 por ciento de los viajeros y presentan un aprovechamiento inferior al 15 por ciento.

En estos servicios de menor aprovechamiento, se dan casos en los que el Estado llega a aportar hasta 371 euros por billete, frente a los 11 euros que paga el viajero.

Colaboración con las comunidades autónomas

Renfe anunciaba, asimismo, que “en caso de que alguna comunidad autónoma tuviera interés en la prestación de un servicio ferroviario de viajeros sobre alguna de las relaciones que no han sido declaradas de obligación de servicio público, dicha comunidad autónoma podrá formalizar el correspondiente contrato con Renfe Operadora, asumiendo el coste del servicio”. De hecho se está trabajando en un marco de colaboración con las comunidades autónomas y los agentes sociales.

Servicios declarados como obligaciones de servicio público el 28 de diciembre 

En este plan de racionalización no se incluyen las relaciones declaradas como obligaciones de servicio público según acuerdo de consejo de ministros el pasado 28 de diciembre, que se establecieron con el criterior de un aprovechamiento superior al 15 por ciento y que son: