Prácticamente todo el material tiene un nombre asignado por sus maquinistas

Los apodos del material motor ferroviario

Si alguien del sector ferroviario se refiere a la serie de locomotoras 272 y más con una imagen de alguna de ellas delante, inmediatamente le viene el nombre a la mente; la “cocodrilo”. Prácticamente todas las locomotoras y el material motor tiene un segundo nombre dentro de argot ferroviario al margen de su nombre técnico. En la mayoría de los casos, se trata de relacionar la imagen que tenían de ellas los maquinistas o bien su procedencia.

Locomotora serie 278 conocida como "Panchorga" (Renfe)

Unidad de tren de la serie 3400 apodada "Fabiolo" o "Belga" (FGV)

También en EuskoTren se ha dado algún caso de renombre aunque en menor medida. A la serie 3150 que cubrían la relación Ibarra – Ermua, al ser pintados de verde se les llamó “Kiwis” al tener un parecido cromático con esa fruta tropical.
Los ferrocarriles metropolitanos no han sido tan prolíficos en la labor de rebautizar su material. Sin embargo, en TMB, la operadora que gestiona el metro barcelonés, se han dado algunos casos históricos. La serie 200 A tenía un chirrido característico que provocaban los cojinetes en los generadores. Por este motivo se les apodó “Pajaritos”. Por otro lado, una serie que resultó sobrante del Metro de Madrid a mediados de los años cuarenta fue a parar al suburbano de la ciudad Condal. Esta serie, 300 S, fue conocida como “Jaimito” que dada la precariedad económica del momento se las construyó sin revestimiento exterior.
Los empleados de Feve también han renombrado el material ferroviario empleado en su explotación. Se dice que a la serie 2400 se la llamó “Apolo” porque según los propios maquinistas, dada su tecnología, sistemas de seguridad y kilómetros de su cableado interior, eran más complicados que una nave espacial. También en Feve como en FGC a los MAN (serie 2352) una vez reformados se les bautizó como “Superman” aunque en Feve también se le conocía como “Concorde” por seguir con la línea de la toponimia aerospacial. Cuando este material empezó a prestar servicio con una unidad en vez de dos se les llamó “Viudos”. Unos automotores pintados de blanco excepto el techo, que iba en amarillo, fueron apodados como “Huevo frito”. En cuanto al tamaño se refiere, a la serie 2600 se les conocía como “Gorrión”, es decir, ave de pequeño tamaño en relación al material para alta velocidad prestada por Renfe.
En definitiva, parece ser que todo el material ferroviario, locomotoras, automotores o trenes autopropulsados al margen de donde prestaran servicio, bien fuese en Renfe, Feve, FGC, FGV e incluso en TMB, ha sido objeto de este segundo nombre con el que fundamentalmente sus maquinistas conocían al mismo.
Ciertamente, se trata de una tradición más bien lejana, que en otro tiempo afectó a la práctica totalidad del material y que poco a poco ha dejado paso a su nombre técnico o bien al que las propias empresas oficialmente han renombrado. En este último caso está el “Euromed”, “Civia” o el propio Ave con sus series 100, 101, 102 y 104.
En la página web fcmaf.castillalamancha.es se puede ampliar la información sobre la denominación que los maquinistas hacen del material motor de Renfe.

 

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