(04/05/2020)  

En su nueva carta, la UITP ha destacado la importancia de adoptar medidas conjuntas, de obligado cumplimiento bajo el control de las autoridades públicas, como pueden ser el uso de mascarillas, la definición de distancia de seguridad entre los viajeros, el control de los accesos a andenes y coches y la toma de temperatura corporal. (Ver noticia)

Estas medidas servirán para afrontar el desafío inmediato al que se enfrenta el transporte público: reconstruir la confianza de los usuarios en el transporte público durante la etapa de desconfinamiento y recuperar de la normalidad, enfrentando tres retos prioritarios: la reanudación progresiva de los servicios, la supervivencia del transporte público urbano y la necesidad de reforzar los objetivos del Pacto Verde Europeo. 

La UITP hace sugerencias a la Unión sobre asuntos concretos como el funcionamiento seguro de los servicios, una vez haya pasado la crisis de salud pública. Para ello, propone el uso de mascarillas como una medida que puede ser decisiva para ganar confianza y hacer viables los sistemas de transporte colectivo al reducir la distancia de seguridad. También  hace énfasis en la gestión de la demanda, para rebajar los picos, y la necesidad de dar continuidad a la protección de los trabajadores más allá de la fase de confinamiento.

Impacto económico

Según los datos disponibles, el sector de transporte de viajeros está siendo uno de los más afectados por la pandemia. El impacto se relaciona tanto con la disminución de los ingresos tarifarios como con los costes adicionales para implementar las medidas necesarias en vehículos e infraestructura de transporte público. La UITP subraya que la financiación y las subvenciones de la Unión al sector del transporte público son fundamentales para superar la recesión inminente y garantizar los niveles de servicios anteriores a la crisis.