Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Acuerdo para restaurar los coches costa del Tren de la Fresa

Portada:  Noticia de actualidad


Renfe intervendrá en estos cuatro vehículos históricos custodiados por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles

Renfe destinará 400.000 euros a restaurar las cajas de madera de los cuatro coches del Tren de la Fresa que, debido al paso de los años, precisan ya una intervención de conservación que garantice su plena operatividad durante un nuevo y dilatado periodo de tiempo.


Acuerdo para restaurar los coches costa del Tren de la Fresa
 
Los cuatro costas del Tren de la Fresa en Príncipe Pío
 
 

(28/01/2020) Renfe ha firmado un acuerdo con la Fundación de los Ferrocarriles Españoles en esta pasada edición de Fitur  para a que, a través de Renfe Fabricación y Mantenimiento, se afronte esta necesaria labor de conservación de estos coches que tienen ya un siglo de historia para garantizar su posibilidad de seguir afrontando las circulaciones del Tren de la Fresa en los próximos años.

Composición

El Tren de la Fresa, que este año afronta su trigésimo quinta temporada, está compuesto por un grupo de coches históricos: los cuatro coches costa de la década de 1920, y un coche metálico de serie  5000 de Renfe, además de los dos furgones que suelen acompañar para dar servicios varios al tren. Debido al desgaste que sufren estos vehículos, especialmente los coches costa con caja de madera, es preciso afrontar ya unas intervenciones de conservación que aseguren, tanto el confort para los viajeros (el que corresponda a unos coches de tercera clase de hace un siglo). De hecho, de sus cuatro coches (CCR-2470, CC-2435, CC-2439 y CC-2375) dos de ellos ya han sido los primeros en ser retirados del este tren turístico porque se ha considerado que es pertinente la intervención dado que la caja presentaba defectos que no hacían aconsejable su circulación.

En todo caso, tanto estos dos vehículos como los dos restantes, cumplían y cumplen los requisitos de seguridad marcados en su plan de mantenimiento y siguen las intervenciones periódicas de conservación marcadas en el mismo, especialmente centradas en todo lo referente a rodadura, frenado, aparatos de choque y tracción, y bastidor.

Trabajos

En el marco de este acuerdo, Renfe se compromete a invertir hasta 400.000 euros para reparar estas cajas de madera, para lo cual valorará afrontar los trabajos, bien con medios propios o recurriendo a talleres especializados lo que, dada la singularidad del trabajo en cajas de madera históricas, será la opción preferente a considerar, y a estos efectos ya se está difundiendo entre estos talleres la oferta para que opten a su restauración.

Una vez culminados estos trabajos estos coches históricos podrán afrontar con todas las garantías de confort y seguridad más de las campañas del Tren de la Fresa, u otros servicios que se les asignen. Así, estos coches participan también en los viajes del Tren de la Navidad (treinta en este pasado periodo navideño) y los usos eventuales como trenes chárter o para rodajes de series, películas, spots televisivos o sesiones fotográficas.

Interior de un coche costa

Los coches costa

El Museo del Ferrocarril de Madrid cuenta en su colección con cuatro coches de esta numerosa serie, de la cual llegaron a construirse, desde 1914 hasta 1930 hasta 406 unidades.

La Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante (MZA), en un intento de normalización de su parque de material remolcado encargó a distintos fabricantes este tipo de coches con elementos similares e intercambiables, lo cual facilitaría enormemente su mantenimiento.

Estos coches están construidos a partir de un bastidor metálico roblonado que soporta todos los esfuerzos de tracción y choque y  que apoya en unos bogies. Sobre el bastidor se sujeta la caja de madera, a la cual se accede a través de unas plataformas abiertas con balconcillos.

En origen, fueron destinados al servicio de cercanías de MZA en el litoral catalán, de ahí su denominación como coches “costa”, aunque posteriormente, sobre todo a partir de la integración de la antigua compañía en Renfe en 1941, formaron parte de todo tipo de composiciones hasta su retirada de la circulación a finales de la década de 1970.

Los coches costa del Tren de la Fresa fueron apeándose poco a poco del servicio regular, y la mayoría de la serie fue desguazada antes de los años 70. Estos cuatro coches, que también prestaron servicio en trenes obreros, deben su supervivencia a que Renfe los reservó para rodajes cinematográficos, siendo protagonistas de múltiples escenas en todo tipo de películas pero, especialmente, en spaguetti  western rodados en los llanos de La Calahorra, en el ramal minero de Alquife, Granada.

Coches

El CC‐2435 fue construido en 1923 por la Sociedad de Material para Ferrocarriles y Construcciones de Barcelona para la Compañía de los Ferrocarriles Madrid a Zaragoza y a Alicante (MZA), donde ostentó el número CWffv‐245 hasta que, en 1941, pasó a RENFE, siendo renumerado como CC‐2435.

Cuenta con 92 plazas en asientos de listones de madera, distribuidos en un único espacio con pasillo central. En origen, tenía alumbrado eléctrico propio y calefacción tipo Westinghouse.  En 1985 fue reparado en Explotaciones Forestales de Soria para formar parte de la composición habitual del Tren de la Fresa del Museo del Ferrocarril de Madrid.

Por su parte, el CC-2439 data del año 1929, y tiene una historia pareja a su anterior, debutando en vía de la mano de MZA donde detentaba el número CWffv‐259          

Isaías Taboas y Jose Carlos Domínguez Curiel firmando el acuerdo

El CCR-2470 tuvo como número original el BWffv‐170 desde su fabricación por la Sociedad Española de Construcción Naval de Sestao en 1928. En Renfe fue rematriculado como BB-2470 y presenta una diferencia sustancial con sus hermanos. Y es que a finales de la década de 1970 se le colocó el linternón del techo, propio de los coches con alumbrado de gas y que no tenía de origen, para el rodaje de una película. Es su reforma para el Tren de la Fresa del año 1985 le fue instalado un mini bar‐tienda. Es por ello que cuenta con menos plaza,  70 en total.

El último coche, el CC-2375, es el más antiguo de todos: data del año 1920, cumple ahora un siglo. Fue construido por la American Car & Foundry y debutó en MZA con la matrícula CWffv‐145. Es también de 92 plazas y en su historia particular hay que señalar que estuvo adscrito al  Servicio Militar de Ferrocarriles, donde prestó servicio como coche‐escuela (VE‐6M).

Uno de los costas en el Museo del Ferrocarril