(11/09/2008) Sin embargo, funcionarios de Brasil ya han manifestado su desacuerdo con el proyecto.

La empresa argentina Ferromat y el venezolano Instituto de Ferrocarriles del Estado (IFE) suscribieron una carta de intención para constituir una empresa mixta –Inferlasa- que abastezca los mercados de los países involucrados en la construcción del tren.

El presidente de Brasil, Lula Da Silva, parece no tener intenciones de participar en este megaproyecto, ya que su país es el único de la región con una industria consolidada de fabricación de material rodante.

El subsecreario de Integración Económica Americana y Mercosur, Eduardo Sigal, y el coordinador del proyecto, Gabriel Hourmilougue, defienden los acuerdos futuros.

Doce países implicados

A favor de este nuevo proyecto, se encuentran los 2.400 kilómetros de vía que ya están construidos entre Buenos Aires y Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), que representan el 40 por ciento del recorrido total, unos 6.200 kilómetros.

Chávez enviará a mediados de este mes a su ministro de Infraestructura, Isidro Rondón, para acelerar las firmas de los acuerdos. Pero, para avanzar en “El Expreso del Sur”, es necesario que los parlamentos de los doce países involucrados en la Unión del Sur (Unasur) aprueben la declaración conjunta. Falta que el Congreso argentino discuta el documento y se aborde el tema. Después, habrá que encontrar financiación para las obras, determinar la proporción de participación de cada región y establecer las condiciones operativas.