(29/11/2017) Esta actuación ha constituido todo un reto ingenieril y arquitectónico, al integrar en el recinto de la estación la antigua naumaquia o embalse anexo al palacete de Alcázar Genil, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), para su puesta en valor y para formar parte de la ruta turística "Granada, de la vega a la Medina".

La integración de esta naumaquia -lugar en el que los reyes árabes de la época almohade, en el siglo XIII, simulaban a escala real, batallas navales-, en la estructura de la estación convierte a Alcázar Genil en una de las estaciones de transporte más singulares de Europa.

Los restos arqueológicos se sitúan en un nivel intermedio entre la losa de cubierta y el vestíbulo de la estación, lo que obligó a reconfigurar la disposición estructural de la misma, reduciendo el espacio previsto para el vestíbulo, pero garantizando en todo momento las condiciones de accesibilidad y el tránsito fluido de los usuarios.

Centro de interpretación

El centro de interpretación de estos restos arqueológicos está ubicado en un espacio propio y aislado de la zona ferroviaria, de unos 405 metros cuadrados, y la adecuación de la estación para su integración en la misma supuso una inversión adicional de 2,25 millones de euros.

Tanto los usuarios del metro, como el resto de los ciudadanos, podrán acceder gratuitamente al albercón, ya que está ubicado antes de la línea de validación de los títulos de viaje.

El Ayuntamiento de Granada, que decidió incluir este albercón dentro de la ruta turística "Granada, de la vega a la Medina", ha instalado en la zona del vestíbulo de la estación más próxima al acceso al albercón una pantalla que recrea la inserción de este vestigio en la ruta, así como un tótem identificativo. Asimismo, el consistorio ha desarrollado una aplicación para smartphone que facilita la visita guiada para la mejor interpretación de los restos arqueológicos en el interior del propio albercón.