Los inicios de la tracción eléctrica en el Trenet de Valencia: una gamberrada afortunada. Un lamentable hecho vandálico, el apedreamiento de un tren por parte de algún gamberro, se convierte en una inesperada fuente de luz para los historiadores. En efecto, entre la documentación que conserva el área de Patrimonio de los Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana se encuentran diversos partes de incidencias, entre las que destaca una que tuvo lugar el 11 de octubre de 1918. Del documento que escribe el conductor, se desprende que existía un coche motor ("auto" según el documento), con el Nº 114. Esta matrícula hace sospechar que, ante el retraso en la construcción del material contratado a Carde y Escoriaza, la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia había optado por adaptar al servicio ferroviario algunos de sus tranvías más modernos del momento, en concreto, los de la serie 100.