Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Gran Bretaña venderá su participación, del 40 por ciento, en Eurostar

Portada:  Noticia de actualidad


La operadora de alta velocidad aumentó en un 4 por ciento sus beneficios en 2013, aunque sus resultados están muy por debajo de los pronósticos iniciales

El Gobierno británico ha anunciado sus planes para vender su participación, del 40 por ciento, en el operador de alta velocidad Eurostar, con el objetivo de contribuir a la reducción de su deuda pública.


Gran Bretaña venderá su participación, del 40 por ciento, en Eurostar
 
 
 

(15/10/2014) El Ministerio de Hacienda británico ha fijado como fecha tope el 31 de octubre para que las compañías interesadas en la compra de las acciones presenten sus ofertas, y espera seleccionar a los inversores durante el primer trimestre de 2015. UBS está asesorará en la venta.

La participación británica en Eurostar recaía originalmente en la ex compañía ferroviaria estatal, British Rail, pero, esta participación se traspasó a una nueva empresa denominada London & Continental Railways (LCR), que creó el Gobierno para construir HS1, el enlace de alta velocidad que conecta Londres y el Túnel del Canal.

En 2010, la participación británica en Eurostar pasó a manos de LCR, los Ferrocarriles Franceses (SNCF) poseen un 55 por ciento y los Ferrocarriles Belgas (SNCB), el restante 5 por ciento de participación. En junio, el grupo Eurostar del Gobierno británico se traspasó de LCR a Hacienda para facilitar la venta.

Las fuertes restricciones de inmigración, un obstáculo

Eurostar aumentó en un 4 por ciento sus beneficios en 2013 (54 millones de euros), con una cifra de negocios de 857 millones de euros. Los tráficos alcanzaron los diez millones de viajeros por primera vez en 2013, pero, esa cifra sigue estando muy por debajo de los pronósticos iniciales de servicio. En 1996, LCR predijo que los tráficos anuales alcanzarían los 21,4 millones de viajeros en 2004. En 2007, Eurostar se fijó el objetivo de llegar a los diez millones en 2010.

Eurostar hace frente a importantes obstáculos a la hora de ampliar sus servicios más allá de la línea Londres-París-Bruselas, debido a la política de inmigración, que significa que los viajeros tienen que ser controlados por las autoridades británicas de inmigración y por seguridad antes de embarcar en un tren Eurostar, lo que encarece el viaje.

Por su parte, los pasajeros que viajan desde el sur de Francia a Londres tienen que bajar en Lille con su equipaje para ser controlados por inmigración británica y seguridad antes de volver a embarcar en el tren una hora y 43 minutos después. No obstante, Eurostar tiene previsto inaugurar un servicio Londres-Ámsterdam en 2016.