(17/10/2022)  

Cuatro de las doce locomotoras Euro 6000 (ver ficha) que Renfe Mercancías encargó a Stadler Valencia, se encuentran en la última fase de fabricación. Se trata de una serie de locomotoras de gran potencia, multisistema, de ancho ibérico que se añadirán a la flota actual y que reforzará n los servicios de la operadora en la nueva infraestructura del túnel de Pajares.

El próximo paso será completar los requisitos de la documentación necesaria para su puesta en marcha. Aunque  en el contrato suscrito entre ambas partes se indica que estas unidades estarían a finales de 2022, el buen ritmo de los trabajos adelantará la entrega de la mitad del pedido antes de que finalice el año, según las previsiones del constructor de este material rodante.  Estas locomotoras, con una capacidad de tracción de 1.800 toneladas en rampas de dieciocho milésimas,  serán Tritensión (25 kV ca, 3kv cc y 1,5 kV cc) y dispondrán de seis ejes.

Entre las principales novedades es que no generarán emisiones de dióxido de carbono, ya que circularán impulsadas por energía eléctrica de origen renovable. Además, destaca su baja agresividad frente a la vía, un bajo nivel de ruidos interiores y exteriores y ausencia de vibraciones.

Sus principales características son la mayor capacidad de tracción y carga, la seguridad, la fiabilidad y la disponibilidad, así como el cumplimiento de las altas prestaciones técnicas que se exigen como elemento clave para garantizar la prestación de un servicio comercial de gran calidad.

La inversión que ha realizado Renfe Mercancías para modernizar su parque de locomotoras contribuirá a mejorar la productividad en los mercados siderúrgico y multi producto, grandes usuarios de la variante de Pajares. De esta forma, se obtendrá el máximo provecho de la nueva infraestructura desde el primer momento de su puesta en servicio.

El objetivo de Renfe Mercancías de aumentar el parque es incrementar su actividad y su cuota de mercado lo que repercutirá en menores costes por externalidades, ya que  el ferrocarril es el modo de transporte de mercancías que menos emisiones contaminantes genera. En 2020 la actividad de la operadora supuso un ahorro para la sociedad de 291 millones por costes externos y evitó la emisión de 850.000 toneladas de dióxido de carbono y el consumo de 425.000 toneladas equivalentes de petróleo.