(08/06/2021) Las obras que han exigido la colaboración de Adif, Metro de Madrid y la Dirección General de Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, se iniciaron en agosto de 2018 y se han visto ralentizadas por cuestiones relacionadas con hallazgos arqueológicos, por inclemencias climáticas y por las propias limitaciones sanitarias impuestas por la pandemia.

La estación, entre las veinticinco más usadas de la red, da servicio a más de 16 millones de viajeros al año, unos 44.000 diarios que con la nueva conexión con la estación de Cercanías Renfe y Metro en Sol aumentarán hasta alcanzar los 66.000.

Remate de las obras

El proyecto, con la obra civil casi concluida con los trabajos de revestimientos arquitectónicos en curso, iniciará la instalación de los nuevos equipamientos en los próximos días. La inversión de 10,7 millones de euros supone un cambio radical en la arquitectura de la estación que contará con un eje vertical de conexión de los distintos niveles.

En el primero de ellos se genera un nuevo vestíbulo que amplía la superficie de novecientos a 2.000 metros cuadrados. En el nivel intermedio de paso se creará un pequeño museo con los restos arqueológicos aparecidos en las excavaciones. En el tercero están la conexión con la línea 5 y una galería subterránea para unir Gran Vía con la estación de Renfe Cercanías Sol.

La estación mejora su accesibilidad con cuatro nuevos ascensores y trece escaleras mecánicas, y contará con catorce nuevas máquinas de venta de títulos de transporte con grandes pantallas, pago sin contacto y acceso al servicio de atención al cliente a través de videollamada.Distribuidos en los dos vestíbulos, se instalarán diecisiete tornos de entrada de nuevo diseño, seis de ellos para personas con movilidad reducida, que también dispondrán de sistemas de apertura fácil en puertas, tiras antideslizantes en escaleras fijas, etiquetas braille en los pasamanos, señalización de elementos de accesibilidad, pasamanos a doble altura, interfonos de comunicación adaptados, y pavimentos de tacto visual cerámico para facilitar sus desplazamientos.

Historia recuperada

Gran Vía es una de las ocho primeras estaciones de Metro de Madrid. Su nombre original, en 1919 y 1920, fue Red de San Luis, y durante el Franquismo y hasta 1984 cuando recuperó el de Gran Vía, recibió el nombre de José Antonio. El elemento más característico de la estación fue el templete de entrada obra del arquitecto Antonio Palacios.

La remodelación incluye una fiel réplica, ya prácticamente finalizada, construida con granito de las canteras de Porriño, la misma piedra que usó Palacios en su obra original, vidrio y acero. Construido en 1920, se desmanteló para su traslado a Porriño, localidad natal del arquitecto, donde está instalado en un parque.

El proyecto de la nueva estación incluye también la restauración del mural de cerámica del vestíbulo en el que se representa el templete original de acceso a la estación diseñado por Antonio Palacios, obra del artista Miguel Durán-Loriga, de 2,12 metros de alto y 6,48 de ancho, con más de medio siglo de vida.