(22/03/2021) El tranvía de Barcelona, sustituido por una red de metro en expansión, siguió el mismo camino que, tres años antes, habían tomado los trolebuses, su desaparición en beneficio de nuevos modos públicos de transporte y a pesar de haber sobrevivido tres años más de lo esperado ya que su desaparición esta ya prevista en el Plan de Urgencia del Transporte de 1966, elaborado por el Ayuntamiento, que chocaba con las previsiones iniciales de la compañía Transportes de Barcelona, que veía la permanencia de la red tranviaria y los autobuses como complemento en superficie a la expansión del metro. perfect-replicas

Finalmente, se impuso la decisión municipal y, bajo el eslogan “Barcelona libre de Tranvías”, se puso en marcha una campaña para convencer a los barceloneses de los beneficios que conllevaría la desaparición. Con este propósito, se esgrimieron razones de económicas, técnicas y de modernidad, que iban desde el coste que representaba para la ciudad el mantenimiento y renovación de la infraestructura, instalaciones y material móvil, hasta cuestiones como el ruido y la estética de los vehículos y de las líneas aéreas, que afeaban la ciudad. 

Así, se fijó la noche del 18 de marzo de 1971 para los últimos recorridos en las dos últimas líneas de tranvía de Barcelona, la 49, Astilleros-Horta, y la 51, Astilleros-Vía Julia- cuyo servicio sería sustituido por líneas de autobuses.

Patek Philippe replica

Tramvía Blau

Durante mucho tiempo, sólo el Tramvia Blau del Tibidabo mantuvo su servicio como un recuerdo del pasado tranviario de Barcelona hasta que, en 2004, el tranvía moderno volvió a la ciudad con la apertura de cuatro de las seis líneas con las que actualmente cuenta Barcelona, que la conectan con las poblaciones vecinas del Bajo Llobregat, Badalona y Sant Adriá de Besós.

Información completa sobre el cincuentenario de la desaparición del tranvía en Barcelona en la sección "A todo Tren" del número 660, marzo de 2021, de la versión impresa de Vía Libre