(10/11/2008) La restauración de la locomotora exigirá su reconstrucción integral. Para ello, se procederá a su levante en el taller del Museo Vasco del Ferrocarril, ubicado en Azpeitia. Esta acción permitirá la extracción de los bogies y la reconstrucción de los cuatro motores de tracción de la máquina, así como la reparación de los frenos y de los sistemas de suspensión.

Asimismo, será preciso intervenir en el motor diesel de la locomotora, que presenta un alto grado de deterioro, como consecuencia de la penetración de agua en su interior, y los consiguientes problemas de corrosión. Además, también se rehabilitará el equipo eléctrico de control.

Para las labores de restauración, se ha procedido a la recuperación de todos los planos constructivos de la locomotora, incluidos los esquemas del equipo eléctrico, almacenados en los talleres de Feve en la localidad vizcaína de Valmaseda. Una vez culminados los trabajos de rehabilitación, la locomotora Creusot/Naval 1158 pasará a formar parte del material móvil del Museo Vasco del Ferrocarril de EuskoTren.

Construida en Sestao

La construcción de toda la serie de locomotoras Creusot, compuesta por veinte unidades, se realizó íntegramente en los talleres de la Sociedad Española de Construcción Naval, en la localidad vizcaína de Sestao.

La locomotora número 1158, circuló primero en el desaparecido ferrocarril de Peñarroya a Puertollano, para más tarde prestar servicio en las líneas Amorebieta-Bermeo, Santander-Bilbao y, por último, en los Ferrocarriles de Valencia, donde concluyó su vida activa en el año 1987.

El Departamento de Transportes y Obras Públicas del Gobierno Vasco, en la que fue su primera preservación de material ferroviario, la recuperó en la bilbaína estación de La Casilla, tras permanecer durante dos años completamente abandonada.

 Pioneras en el transporte de viajeros

Las locomotoras Creusot fueron las primeras máquinas con capacidad para el transporte de mercancías por vía estrecha y para el remolque de trenes de viajeros. Una vez construidas, las locomotoras fueron repartidas por toda la geografía nacional, prestando servicio en las líneas ferroviarias Peñarroya-Puertollano, Madrid-Almorox, Santander-Bilbao, La Robla, Castro-Traslaviña, Amorebieta-Bermeo, Astillero-Ontaneda y Carcagente-Denia.

El Ministerio de Obras Públicas, a mediados de los años cincuenta del siglo pasado, impulsó un plan de modernización de los ferrocarriles de vía estrecha. Uno de sus objetivos consistía en la renovación de la tracción de los trenes, con la introducción de nuevos automotores y locomotoras impulsadas por motores diesel.

Para ello, el Ministerio adquirió tres series distintas de locomotoras diesel, vehículos que posteriormente fueron transferidos a los ferrocarriles dependientes de la Explotación de Ferrocarriles del Estado (antecesor de Feve) o a las diversas compañías privadas concesionarias. La serie de locomotoras Creusot, compuesta por veinte unidades, fue diseñada por la sociedad Schneider, con sede en la población francesa de Le Creusot.