Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Los operadores reclaman mayor protección ante las bandas organizadas de vándalos grafiteros

Operadores:  Noticia de actualidad


Los ataques aumentaron en 2017 un 50 por ciento respecto al año anterior, según concluye el informe anual del Observatorio de Civismo en el Transporte Ferroviario, presentado ayer en Madrid

El Observatorio de Civismo en el Transporte Ferroviario presentó ayer en el palacio madrileño de Fernán Núñez, sede la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, los resultados de su Informe 2017 correspondientes a los datos de incivismo de cerca de 27.000 casos documentados por los operadores.


Los operadores reclaman mayor protección ante las bandas organizadas de vándalos grafiteros
 
 
 

(14/06/2018) El Observatorio del Civismo en el Transporte Ferroviario agrupa a los principales operadores del sector –Renfe Operadora, Metro de Madrid, Transports Metropolitans de Barcelona, Tram, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, Metro Bilbao, Metro de Sevilla, Metro de Málaga, Serveis Ferroviaris de Mallorca, Euskotren, Metropolitano de Tenerife, y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya–, con la misión de analizar, evaluar y proponer medidas dirigidas a disminuir o erradicar los comportamientos incívicos o delictivos en las instalaciones ferroviarias.

De los resultados del Informe 2017 presentado ayer se desprende que los ataques de grafiteros organizados suponen el mayor problema en el ámbito de la seguridad para los operadores, ya que han aumentado un 50 por ciento respecto al 2016, consolidándose la tendencia al alza de los últimos años.

La actuación en el ámbito ferroviario de estos grupos delictivos coordinados, que descargan indistintamente sobre instalaciones, material móvil, viajeros, empleados y vigilantes de seguridad, es siempre ilegal –a diferencia de los murales realizados en la vía pública, a veces tratados como una variante de arte urbano–, ya que para realizarla se debe cometer previamente una intrusión en zonas sensibles de la operación, acción que viola las leyes de seguridad ferroviaria y los reglamentos de viajeros. Además, cada vez con mayor frecuencia, estas acciones suelen ir asociadas a comportamientos violentos y a diversos delitos como daños, robos, coacciones, amenazas y agresiones.

El Observatorio reclama que este tipo de ataques reciban el tratamiento de delito y no de falta de daños, y pide apoyo a la seguridad pública y a la judicatura para plantar cara al problema.

Grupos numerosos y organizados

Según la información recabada por el Observatorio, también ha aumentado el número de integrantes de las bandas de vándalos grafiteros y destaca su elevado grado de planificación y organización. A este respecto, suelen realizar acciones preparatorias en las que roban planos, emisoras, uniformes o llaves, inutilizan sistemas de seguridad y destrozan puertas y rejas para tener más fácil la entrada, cometer el ataque y facilitar la salida.

La violencia utilizada es otra característica de las intrusiones vandálicas que realizan individuos encapuchados, a menudo equipados con barras y aerosoles irritantes con los que cometen agresiones, coacciones y destrozos en vehículos e instalaciones.

A todo ello hay que añadir que las entradas clandestinas en instalaciones ferroviarias comportan riesgos para los propios grafiteros, para los empleados y para los usuarios. Los más evidentes son los de atropello, electrocución y caída.

Los operadores ferroviarios integrados en el Observatorio muestran su preocupación ante la imposibilidad de implantar acciones de suficiente intensidad para frenar esta grave evolución, que perjudica tan seriamente la seguridad de sus usuarios, la regularidad del servicio y la integridad del personal, instalaciones y trenes.

Por ello, el problema requiere una actuación firme en diferentes ámbitos, coordinada con los responsables de la seguridad pública, ya que la envergadura del fenómeno desborda las competencias y los medios de los operadores. En este sentido, es contradictoria la progresiva despenalización de este fenómeno delictivo, degradado primero de daños a deslucimiento de bienes, para finalmente desaparecer del Código Penal en su última reforma.

Propuestas para mitigar el vandalismo grafitero

El Informe elaborado por el Observatorio de Civismo en el Transporte Ferroviario propone también una serie de medidas para subsanar este problema, entre las que destacan:

- Homogeneizar el criterio de protección de los medios de transporte ferroviario por parte de los diferentes poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), administraciones y actores.

- Tipificar un nuevo ilícito penal específico para los daños ocasionados en los medios de transporte público, atendiendo a su impacto social, ambiental y económico: un grafiti realizado en un tren no es un deslucimiento, sino un daño cuyos efectos requieren de mucho más que su mera limpieza.

- Estrechar la colaboración en la investigación policial con el máximo apoyo de la Fiscalía, así como la eficacia de las denuncias penales y administrativas, para que los vándalos sean condenados y sancionados de acuerdo con la gravedad de los hechos cometidos.

- Dar a conocer a la opinión pública y a las instancias competentes la realidad del fenómeno del vandalismo ferroviario, ya que se trata de un problema de interés general que no es una expresión artística sino una actividad delictiva organizada, vandálica, agresiva y multirreincidente.

- Concienciar a la ciudadanía sobre la gravedad de este tipo de conductas por medio de acciones de formación y sensibilización que busquen la buena convivencia y el respeto por el bien y el servicio públicos, y especialmente entre el segmento de población más joven.

Otros indicadores analizados en el Informe 2017

El Observatorio del Civismo en el Transporte Ferroviario también ha analizado otros indicadores, que han experimentado un aumento durante el pasado ejercicio, como los insultos y amenazas a agentes ferroviarios, los hurtos objetivados, las acciones de cruzar las vías, el uso indebido de alarmas y desbloqueo de puertas, las roturas de barreras de peaje y pasos para personas de movilidad reducida, entre otros.

Asimismo, durante el año pasado también se ha registrado un incremento, si bien con una baja frecuencia, del número de casos de acoso sexual.

Ver documento presentación de resultados 2017 Observatorio del Civismo en el Transporte Ferroviario