Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Julio Gómez-Pomar, presidente de Renfe, anuncia la desinversión en veintiuna sociedades

Operadores:  Noticia de actualidad


Llega la liberalización del tráfico de viajeros • Billetes integrados en 33 rutas y cien relaciones • Potenciación de las relaciones internacionales

El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, participó el pasado viernes en un encuentro organizado por Intereconomía Conferencias y Accenture con empresarios del sector, periodistas y profesionales relacionados con el transporte en lo que ha sido su primera conferencia para dar una visión global de la operadora ferroviaria, así como las estrategias a corto plazo, opciones de futuro y la dimensión internacional de la empresa. Gómez-Pomar aseguró que en su opinión el futuro de Renfe  pasa por ser la "operadora pública de referencia en un mercado abierto".


Julio Gómez-Pomar, presidente de Renfe, anuncia la desinversión en veintiuna sociedades
 
 
 

(28/05/2012) El profundo proceso de transformación en el que se encuentra Renfe fue abordado por su principal responsable, que inició su conferencia con un resumen general de la compañía que dirige, que, con casi 14.000 kilómetros de red y otros tantos empleados mantiene un volumen de negocio de 2.200 millones de euros de los que 1.900 millones corresponden a ingresos y seisceintos millones a compensaciones por servicio público.

Gómez Pomar señaló que el  nivel de beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones es bueno, pero si se aplica la amortización del material el resultado sale negativo en 130 millones de euros. “Por eso el objetivo de Renfe para el año 2012 es presentar un balance equilibrado”.

Mercancías: pérdidas sin subvención

En cuanto a las tres principales áreas de negocio –Mercancías, Talleres y Viajeros- señaló que las dos primeras son una fuente constante de pérdidas. Así, mientras que las mercancías han facturado en el último ejercicio por un valor de 250 millones han obtenido pérdidas entre cincuenta y sesenta millones de euros. “Y no es un transporte subvencionable”, recordó el presidente. Por lo tanto, señaló que habría que tomar medidas para paliar esta situación que principalmente requiere la integración del ferrocarril en el ámbito logístico.

También los talleres de mantenimiento de trenes –en muchos casos situados en zonas que eran útiles en el ferrocarril de principios del siglo XX, cuando se crearon, pero ahora no tienen una ubicación práctica- ofrecen un balance de pérdidas que se sitúa en torno a los cuarenta millones de euros. Esta distribución “antigua” de los talleres no se ajusta a las necesidades de los 1.182 trenes autopropulsados que cada día circulan por la red.

Finalmente, el área de viajeros, que mueve quinientos millones de usuarios al año, presenta unas cuentas positivas exclusivamente en el AVE, con más de cien millones de euros. El resto de los servicios, tanto Larga Distancia como Media Distancia y Cercanías, presentan un balance negativo, “hasta cierto punto lógico en los dos últimos casos por ser áreas sometidas a la obligación de servicio público”. Sin embargo, en Larga Distancia se debería ir a medidas de racionalización y aplicar criteros de rentabilidad, analizando criterios económicos y de sostenibilidad. 

En este sentido, señaló las pérdidas que ofrece el servicio de Tren hotel –trenes nocturnos con servicio de coches cama- cada vez menos utilizados, hasta el punto que en algunas de estas relaciones que aún se mantienen, a menudo circulan los coches vacíos, lo que implica un impacto muy negativo en la cuenta de resultados.

No obstante, el presidente de Renfe ha mostrado su intención de mejorar estas cifras sin menoscabo de las obligaciones de servicio público que tiene la empresa –actualmente un monopolio en materia de transporte de viajeros aunque compitiendo en el mercado de mercancías–, sin aumentar las tarifas y sin suponer un “coste más allá de lo razonable” para los presupuestos generales del Estado”.

Los problemas: organización interna, eficiencia y sobrecapacidad

vspace=10En opinión de Gómez-Pomar, Renfe tiene que afrontar una serie de desafíos que se pueden resumir en tres categorías: organización interna, sobrecapacidad y eficiencia. En lo tocante a organización interna señaló que es necesario pensar en el cliente y no en el producto, apoyando una reorganización por corredores, que en este momento analiza con Ineco.

En este sentido, los cambios que se producirán el próximo 17 de junio en lo que respecta a los trenes de viajeros, supondrán la modificación en 33 rutas y más de cien relaciones ferroviarias donde se van a poder utilizar billetes combinados: los viajeros con billetes de AVE podrán utilizar los servicios de cercanías .

También el presidente detalló algunos aspectos de la nueva estrategia comercial de la operadora como la venta de billetes a través de dispositivos móviles como el smartphone, la potenciación del sistema de precios flexibles –con descuentos de hasta el 80 por ciento sobre las tarifas- o la eliminación de la comisión de venta a través de Internet.

Desinversión en filiales

La primera de las decisiones del nuevo presidente es una “desinversión estratégica” en veintiuna  sociedades en las que la compañía tiene ahora participación comercial. La venta de estas participaciones no obedece, en palabras de Gómez-Pomar, tanto a la intención de “hacer caja” como de ganar en eficiencia de cara al futuro. En resumen, Renfe no participa en la gestión de estas sociedades, sino que solo tiene una participación comercial que, en la mayoría de los casos, le cuesta dinero a la compañía y nunca genera beneficios, por lo que se optará por la retirada o desinversión de las mismas.

Muchas de estas filiales son proveedores de la propia Renfe, de manera que, una vez haya salido la operadora de su accionariado, los contratos se adjudicarán en libre competencia a empresas del sector. Estas empresas, no obstante, y según ha precisado el presidente, “seguirán siendo importantes para Renfe”.

Para las mercancías, un mercado ya liberalizado, Gómez Pomar afirmó que “hay que tomar medidas” y que a medio plazo, es necesaria la integración del ferrocarril en el ámbito logístico.

Y en cuanto a los talleres, que tienen una distribución geográfica antigua que no se ajusta a las necesidades actuales, y que mantiene una serie de sociedades mixtas con empresas fabricantes de material, consideró que ésta no es la fórmula más idónea para una gestión eficaz y que “el modelo ideal sería que las empresas tuvieran su propio equipo de mantenimiento”. 

Liberalización e internacionalización

Todos estos cambios van enfocados a dos grandes retos de futuro. El primero es el de la liberalización del transporte de viajeros impuesta por la Unión Europea, que ya es efectiva en el ámbito internacional y en poco tiempo lo será en el ámbito nacional: “La cuestión no es liberalización sí o no, sino cuándo y cómo llevarla a cabo”, desdramatizó el responsable de Renfe que quiere que la operadora esté lista para ese momento “analizando todas las posibilidades”. Para el presidente de Renfe “un proceso de liberalización que no beneficie a los clientes estará mal enfocado”. Advirtió en cualquier caso que la liberalización el el transporte nacional de viajeros, no será igual que en mercancías.

La internacionalización es otro de los grandes valores de la compañía y es, en palabras de Gómez-Pomar “algo esencial”. Actualmente Renfe se encuentra inmersa en el macroproyecto ferroviario de alta velocidad La Meca-Medina, que no solo tiene valor desde un punto de vista ferroviario sino también de tecnología, construcción de infraestructuras, etcétera.

Finalmente, Renfe tiene planes de entrar en el mercado británico tan pronto su Gobierno abra la puerta a nuevas concesiones de explotación y estará atenta y” mirando las oportunidades” en Brasil y otros países a los que extender su actividad.