Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com La "Bonita" prepara su viaje hacia Mora la Nova

Actividades de la Fundación:  Noticia de actualidad


Video y galería fotográfica del traslado

Entre los días 26 y 28 de marzo se realizó en la vías exteriores del Museo del Ferrocarril de Madrid una espectacular operación: el traslado de la locomotora 241-F-2238 y el automotor 590-304 (ex 9304) desde las vías exteriores del museo a las vías generales, primera fase de un traslado a Mora la Nova para su definitiva restauración operativa. La espectacularidad de la operación se debía a la necesidad de usar grandes grúas para el movimiento. Todo este trabajo ha sido fruto de la colaboración de varias asociaciones: la Fundació per a la Preservació del Patrimoni Ferroviari Industrial de Móra la Nova (FPPFI), la Associació per a la Reconstrucció de Material Ferroviari Históric (ARMF), la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid (AAFM) y el propio Museo del Ferrocarril. (Ver video)


La "Bonita" prepara su viaje hacia Mora la Nova
 
 
 

(09/04/2012) La Fundació per a la Preservació del Patrimoni Ferroviari Industrial de Móra la Nova (FPPFI) es un valioso ejemplo de un colectivo que ha logrado impulsar un singular proyecto de centro de puesta en valor del patrimonio histórico ferroviario. El viejo depósito de tracción de Mora, sito a orillas del Ebro en Tarragona, se ha convertido en el más vigoroso ejemplo de proyecto de recuperación patrimonial ferroviaria, que ha rehabilitado brillantemente algunas instalaciones de explotación ferroviaria, como la torre del enclavamiento o el puente giratorio, diverso material móvil y, ahora, afronta la parte más importante: la construcción de una nave taller donde se iniciará la rehabilitación de material móvil ferroviario para alimentar un proyecto de tren histórico.

Para poder dar curso a este proyecto, la FPFI está rubricando diversas alianzas. Una de ellas ha sido con el Museo del Ferrocarril de Madrid, institución que ya ha cedido tiempo atrás algunos vehículos pero que, ahora, les ha aportado las tres piezas más valiosas de su futura colección: la "Bonita" (241-F-2238), la Mikado 141-F-2316 y, finalmente, el automotor 590-304 (ex 9304), que pertenece a una serie construida a finales de los años treinta y fue retirado del servicio en 1976. 

Sin duda el vehículo más ambicionado por los gestores del proyecto de Mora era la Bonita. Esta máquina fue fabricada por la Maquinista Terrestre y Marítima en Barcelona en 1951, formando parte de una subserie de 35 locomotoras encargadas por RENFE que sería enviada, entre otros depósitos, a Cataluña, donde fueron conocidas como Bonitas. Contaban con 2.700 caballos de potencia y alcanzaban una velocidad máxima de 115 kilómetros por hora. Su nombre obedecía a su cuidado diseño y la especial presencia que mostraban aunque, en el argot ferroviario, también fueron conocidas como las "atómicas", ya que las primeras entraron en vías simultáneamente al lanzamiento de las primeras bombas nucleares en Japón. Otra denominación de argot era la de "Montaña", que identificaba a todas las de rodaje 241. 

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La Bonita en la fase central del traslado, sobre un tramo de vía provisional

Su filiación con Mora obedece a que aquel depósito tarraconense tuvo 17 de estas máquinas, remolcando trenes de viajeros hacia Zaragoza, remontando el Ebro hacia zonas carentes de electrificación. La serie fue dada de baja en 1974, desguazándose todas las supervivientes en aquel momento salvo esta unidad, que concretamente había sido radicada en Mora desde el año 1956. Tras varios decursos por la red, terminó en las vías de Delicias en 1995, iniciándose ahora el retorno a su último destino, el depósito de Mora la Nova.

Un complejo movimiento 

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El automotor ya situado en las vías del museo

La operación de mover esos dos vehículos, el automotor y la Bonita, no era una operación sencilla. Ambos llevaban ya varios años sin moverse en las dos vías que el Museo del Ferrocarril tiene en su lateral norte, conocida como la "Zona de Ampliación". Estas dos vías, en tiempos integradas en la playa de vías del museo, debido a unas reformas urbanísticas quedaron desconectadas, quedando por ello el cautivos una serie de vehículos históricos. En tanto en cuanto no puedan reconectarse estas dos vías a las generales, cualquier movimiento obliga al uso de grúas de gran capacidad de levante.

Esto es lo que sucedía ante la necesidad de sacar estos dos vehículos y situarlos sobre vía, porque la primera decisión, tras una primera valoración técnica, fue si llevar las tres piezas, las dos máquinas de vapor y el automotor, por vía o cargadas en un camión por carretera. Si bien la Mikado está en regular estado y en principio, tras las revisiones pertinentes, no sería complejo desplazarla remolcada hasta Tarragona, los otros dos vehículos acumulaban décadas de inmovilización e intemperie, lo cual exigía una valoración más exhaustiva para poder situarlos en vía, incluso para las primeras movilizaciones dentro del propio museo. 

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El tender durante su vuelo hacia las vías operativas del museo

Por ello, y tras superar la primera valoración técnica, que avalara la posibilidad de llevarlos por vía, fueron precisos dos días de trabajos que preparan el rodaje de la locomotora (incluido ténder) y del automotor. En ellos se revisó el estado general del rodamiento, comprobando que no tuviera ni agua ni óxido, inyectando a presión grasas en las cajas de rodamientos. También se reemplazaron elementos de los cojinetes de los ejes de las ruedas motrices, abriendo los ejes del ténder las cajas de grasa para limpiarlas, retirando restos de antiguos lubricantes y supervisando que no hubiera metal fundido.

Estas operaciones fueron ejecutadas por ARMF, centro homologado para realizar intervenciones en material histórico. En estas operaciones previas también se buscaron posibles fisuras en ganchos de tracción y fueron desmontadas algunas partes de la locomotora que por su situación de abandono habían sufrido gran deterioro. Dichas piezas serán enviados junto con la locomotora a Mora.

Una vez superada esta fase de preparación, se inició la parte más delicada, la de desplazarlas a las vías generales. Tampoco fue tarea fácil incluso el permitir que las dos grúas implicadas en la operación pudieran acceder a este punto, siendo precisos permisos especiales por parte del Ayuntamiento de Madrid.

Con todos los permisos, lo primero fue, con la ayuda de una pala mecánica, mover este material en las vías a la zona fuera de marquesinas, donde pudieran intervenir las grúas. Esta misma máquina también había realizado una primera limpieza del tramo de vía para que pudieran circular sin problemas. 
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El material dispuesto para el traslado. A la derecha el automotor y a la izquierda la dos locomotoras, la Bontia y la Mikado


Una vez colocadas en el punto de levante, se situaron bajo cada uno de las piezas a mover (eran tres: la locomotora, el ténder y el automotor) dos vigas de media tonelada cada una que se habían construido expresamente para este movimiento. Éstas contaban con puntos de anclaje para permitir el enganche con las sirgas de la grúa. El primero en moverse fue el automotor, que debido a su relativa ligereza fue desplazado con la pareja de grúas sin mayores problemas. La operación, que se había iniciado a las cinco de la madrugada, continuó con el movimiento del ténder de la locomotora, lo cual tampoco generó mayor problemas.

La operación más delicada y laboriosa fue el levante de la Bonita. Esta última fase se inició a las 11:30 de la mañana y tuvo que realizarse en dos etapas, ya que el elevado peso de la máquina no permitía las grúas hicieran todo el giro en una sola vez, dado que sus brazos tienen ciertas limitaciones ante tonelajes extremos: 225.000 kilos. Fue preciso pues situar un tramo de vía en un punto intermedio para situar allí la máquina, volver a desplazar las grúas a una nueva posición, y rematar el movimiento en un segundo vuelo. Toda la operación se remató a las 13:30.

Preparando el movimiento final

Finalmente la composición que irá a Mora ha quedado situada dentro del recinto cerrado del museo, con la locomotora y su ténder acoplados. Concluye así una primera etapa de este trabajo, que se había iniciado varios meses atrás, y que revela una gran capacidad de colaboración entre colectivos de amigos del ferrocarril y el propio museo de Delicias de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. 
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Las personas que hicieron posible esta operacion, de la Fundación de Mora, del Museo del Ferrocarril, de la ARMF y de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid porsan orgullosos deltante de la Bonita nuevamente encarrilada


Ahora se inician los trámites para definir las condiciones de circulación de esta composición entre los responsables de las revisiones técnicas del material, ARMF y ADIF, para poder llevar estos tres vehículos en un viaje cuya tracción será encomendada a la locomotora 269-604, la Gata, cuya gestión corresponde a la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid y que ya ha colaborado con la Fundación de los Ferrocarriles Españoles en otras operaciones parecidas, como el reciente traslado del Talgo RD que irá destinado al Museo del Ferrocarril de Cataluña. 

Ver galería de fotos del traslado

Video donde se muestra toda la operación del movimiento de la locomotora