Vista aérea de la estación de Júndiz, destino de los nuevos trenes

(25/06/2010)  Bautizado ya como el “Puerto Seco de Álava”, la estación de mercancías de Adif en Júndiz va a ver ampliados sensiblemente sus tráficos a partir del inicio de las circulaciones, desde el próximo 1 de julio, de un nuevo servicio diario de mercancías desde la estación de Adif del puerto bilbaíno hasta esta terminal alavesa. Este proyecto, cuya gestión ha sido asumida por Euskotren, será operado técnicamente por Renfe Mercancías gracias a un acuerdo suscrito con este operador estatal, ya que Euskotren carece por ahora de material de tracción y remolcado de ancho ibérico (que alquilaría a Renfe), así como de los certificados de seguridad del trayecto Bilbao-Miranda-Vitoria, aunque si cuenta con licencia de operador ferroviario en la red de Adif.

Este nuevo servicio se plantea duplicar la actual oferta de servicios ferroviarios, alcanzando unos dos millones de toneladas/año en esta relación. Actualmente el puerto de Bilbao tiene una escasa demanda ferroviaria, apenas canaliza el 1,5 por ciento de sus tráficos, que circulan en dirección a Sevilla o la zona centro, en total apenas un millón de toneladas. De esta manera el puerto consigue uno de sus objetivos, aumentar su hinterland con este puerto seco interior, opción que viene buscando desde hace un tiempo (ver noticia) y que confirma los esfuerzos de algunos cargadores que ya vienen optando por el ferrocarril como medio de colocación de sus cargas náuticas tierra adentro (ver noticia). 

Terminal logística de Adif en el puerto de Bilbao, punto de partida de los nuevos trenes diarios hacia Vitorla.

Según declaró Ernesto Gasco, viceconsejero de Transportes del Gobierno Vasco, este nuevo servicio mejora la competitividad del puerto bilbaíno, al tiempo que mejorará las condiciones ambientales del área metropolitana de Bilbao al aliviar sus viales del paso de un gran número de camiones, cuyas cargas serán transferidas a estos trenes. El objetivo a medio plazo es que este itinerario, que ahora efectúa un gran rodeo por Miranda, pudiera encaminarse por la “Y” vasca de manera mucho más directa.

El gran puerto seco de Vitoria

Este esfuerzo que asumen conjuntamente el puerto de Bilbao, el Gobierno Vaso y su operador ferroviario, Euskotren, colabora en el lanzamiento del gran proyecto logístico regional pilotado por el ejecutivo autónomo, la nueva estación de mercancías de Júndiz (ver noticia). Esta terminal, para la cual se ha estimado un presupuesto de obras de 120 millones de euros, será un punto de intercambio de cargas, a escala continental, entre la red europea de ancho estándar y la red peninsular de ancho ibérico.

La terminal estaría capacitada para recibir trenes de hasta 750 metros de longitud, pero por ahora, dadas las limitaciones de la actual terminal de Adif así como, sobre todo, las del itinerario, limitarán estas composiciones a trenes de 450 metros. En todo caso, Adif trabaja actualmente en el aumento de capacidades del tramo Miranda-Orduña, de fuertes rampas y en vía única, para crear nuevos puntos de cruce aptos para trenes de 750 metros (ver noticia).

Imagen de un de los trenes de Rosa Casares que actualmente operan en el CTVI

Ésta es la apuesta vasca que se ha presentado para su financiación al Ministerio de Fomento dentro de su plan de impulso al transporte ferroviario de mercancías que, tras el nuevo ajuste presupuestario, espera ser presentado a los gobiernos autónomos en breve plazo. El proyecto plantea transferir a la carretera en Júndiz estas mercancías, apoyándose en la intensa malla logística que ha generado la capital vasca en esta zona de su término municipal.

Es precisamente en este mismo lugar donde se sitúa la terminal logística CTVI, que actualmente ya recibe trenes de carga siderúrgica del grupo Ros Casares (ver noticia). El viceconsejero Gasco manifestó en la rueda de prensa que este proyecto logístico posiciona al País Vasco en una situación privilegiada en la red de mercancías continental, citando en varias ocasiones al factor de leal competencia que a esta escala le supone Cataluña y, por extensión, las regiones vinculadas al Corredor Mediterráneo, en el cual se plantean amplias inversiones para desarrollar el ferrocarril de mercancías.