(19/11/2009) Después de haber sido un producto esencial, la traviesa de madera ocupa hoy una posición reducida en el sector del ferrocarril. Esta traviesa, en madera de roble o de pino, es aún empleada en numerosos casos donde sus cualidades la hacen necesaria: desvíos, puentes, sustituciones, vías secundarias, estaciones, etcétera., representando un ocho por ciento del total del consumo de traviesas en España, y un 25 por ciento en el ámbito de otros países de la UE como Francia o Alemania.

En nuestro país, su empleo ha descendido inexorablemente a lo largo de los últimos 30 años, haciéndonos olvidar lo que este producto fue para el desarrollo de nuestra red ferroviaria, cuando se llegaron a consumir más de 2 millones de unidades en los años 60.

La creación de Astrama (Asociación de la Traviesa de Madera) responde a la necesidad de defender la imagen de un producto que posee cualidades intrínsecas muy claras, pero cuya producción es además absolutamente necesaria para la recuperación de todo un sector de nuestros aserraderos nacionales. Astrama presenta esta serie de documentos las consideraciones de carácter social, medioambiental y económico que implica la utilización de la traviesa de madera.

Ver documentos:

Traviesas de madera (Pdf, 27Kb)

¿Por qué traviesas de madera? (Pdf, 26 Kb)

Estudio socioeconómico de la industria de la creosota (Pdf, 665 Kb)

Estudio medioambiental (Pdf, 237 Kb)