Cookie Consent by FreePrivacyPolicy.com Renfe Mercancías ahorró 350 millones de euros por costes externos en 2019

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El incremento del ahorro se corresponde con el empleo del 100 por cien de la electricidad de origen renovable

Renfe Mercancías transportó en 2019 un total de 17 millones de toneladas de carga, lo que supuso un ahorro de costes externos de 350 millones de euros. Los datos representan un incremento del ahorro de 92 millones, un 37,5 por ciento respecto a los 258 millones de ahorro que generó el transporte de mercancías por ferrocarril que Renfe realizó en 2018, año en el que la operadora movió 18,4 millones de toneladas de carga.


Renfe Mercancías ahorró 350 millones de euros por costes externos en 2019
 
 
 

(24/09/2020) El incremento del ahorro en el pasado ejercicio se corresponde con el del aumento del empleo de la electricidad de origen renovable certificado y emisión de carbono nula, el 100 por cien del total de energía eléctrica que Renfe Mercancías consumió. Respecto al consumo total de energía, el dato significa que un 76,1 por ciento del total de los tráficos realizados por Renfe Mercancías en 2019, los efectuados con locomotoras eléctricas, el consumo energético fue de electricidad de origen renovable certificado de emisión de carbono nula. En 2018 el consumo de este tipo de energía fue del 39 por ciento del total.

Respecto a las emisiones de carbono, el consumo de este tipo de energía de origen renovable supuso en 2019 la generación de 8,51 gramos por TKm, un 53 por ciento menos que el año anterior, cuando las emisiones alcanzaban 18,11 gramos de CO2 por TKm.

Por otra parte, la actividad de Renfe Mercancías evitó en 2019 la emisión a la atmósfera de 1 millón de toneladas de CO2, así como el consumo de 500.000 Teq de petróleo, circunstancias que se hubieran producido si el transporte se hubiera realizado por modos alternativos al ferrocarril.

Así, Renfe Mercancías genera una huella de carbono entre 5 y 10 veces menor respecto a otros operadores de transporte terrestre que son dependientes del petróleo y que generan el 18,7 por ciento del total de emisiones del sector de transporte en España

A las ventajas ambientales que supone el transporte de mercancías por ferrocarril, se suman otras —menor accidentalidad, mínima contaminación local urbana, reducción de congestión urbana— que inciden en los ahorros por externalidades.

Ahorros por costes externos

El transporte por ferrocarril, tanto en relación con el transporte de mercancías como de viajeros, lleva aparejados ahorros por costes externos, por “externalidades”. Este concepto se refiere a la monetización de las consecuencias que el transporte genera: emisión de gases contaminantes a la atmósfera, consumo energético, siniestralidad, contaminación acústica y menor congestión de tráfico.

En la actualidad, la cuota del tren en el transporte de mercancías se sitúa en España en el 4 por ciento mientras que en Europa es del 18 por ciento.

Los datos inciden en que el ferrocarril es el modo transporte de mercancías que menos emisiones contaminantes genera. La Comisión Europea reconoce, desde que en 2011 editó su último Libro Blanco del Transporte, que la transferencia modal hacia el ferrocarril, hacia el transporte intermodal, es imprescindible para desacoplar el crecimiento de los tráficos de mercancías del crecimiento de sus emisiones de carbono. Esta consideración significa que cuanto más crezca la cuota de Renfe Mercancías en el mercado del transporte, por transferencia desde otros modos, más disminuirá el impacto ambiental y energético del conjunto del sector.

Los datos de ahorros generados por Renfe Mercancías han contribuido de forma significativa a la reducción en 2019 de un -88,3 por ciento de la huella unitaria del grupo Renfe respecto a 1990, año en el que se firmó el protocolo de Kioto y significa sitúa a la operadora como la empresa con menor huella de carbono entre las grandes empresas ferroviarias europeas.

Renfe Operadora está ejecutando un Plan Director de Lucha por la Eficiencia Energética y contra el Cambio Climático, con vigencia 2018-2030, estructurado en cuatro líneas estratégicas: gestión de la energía, eficiencia energética, descarbonización, y cultura de sostenibilidad energética.