El AGV, Automotrice Grande Vitesse (marca registrada por Alstom en Francia), que se presentó el pasado 5 de febrero en la Centro Industrial de Alstom Transport en La Rochelle (Francia), acaba de iniciar las primeras pruebas dinámicas en vía en el Centro de Pruebas de Velim, en la República Checa. Las pruebas alcanzan una velocidad de 200 km/h, la velocidad máxima permitida en Velim, y con ella se dará por finalizada la fase de desarrollo y quedará validada la nueva plataforma de muy alta velocidad de Alstom en su proceso hacia la aprobación final.
(27/06/2008) Quince ingenieros procedentes de varios Centros Industriales de Alstom Transport participan en las pruebas que se realizarán en el prototipo de AGV hasta el próximo mes de septiembre. Durante los cuatro meses que duren las pruebas, el AGV recorrerá cerca de 60.000 kilómetros equipado con más de dos mil sensores. Las mediciones y los datos recopilados se enviarán a los departamentos de ingeniería de Alstom, donde se analizarán y propondrán los ajustes y modificaciones necesarios para la puesta a punto del tren.
En 2003, Alstom decidió el lanzamiento de un tren de muy alta velocidad de cuarta generación. El nuevo tren fue concebido para conseguir un reto específico: proporcionar un gama de trenes de un piso para completar su gama de dos pisos, con fiabilidad y prestaciones más elevadas, y menores costes de explotación, con el fin de ofrecer a los operadores una ventaja concreta en lo referente a seguridad, confort, protección del medio ambiente y control de los gastos de explotación. Alstom se inclinó por un enfoque radicalmente nuevo en la industria ferroviaria: financiar el AGV únicamente con sus propios recursos, sin especificaciones fijadas por el cliente. Y decidió la fabricación de un prototipo que pudiera utilizarse en las pruebas “a escala real” de las simulaciones y modelos informatizados creados por los departamentos de ingeniería y de diseño.
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Las mediciones realizadas por los ingenieros de Alstom se centrarán en la dinámica rueda-raíl, contacto entre el pantógrafo y la catenaria y los motores síncronos que funcionan con los cuatro tipos de tensión eléctrica utilizados en el mundo: 1.500, 3.000, 15.000 y, 25.000 voltios.
Por último, se comprobará el sistema de frenado del AGV, uno de sus componentes más complejos, que combina un freno reostático con un freno regenerativo. La energía generada por los motores durante las fases de frenado, no consumida por el tren, puede ser enviada a la red eléctrica nacional. Este sistema, que requiere numerosos ajustes, también se validará en Velim.
Al finalizar la campaña de pruebas dinámicas en Velim, el AGV emprenderá nuevas sesiones de pruebas en Francia, llegando a la velocidad comercial máxima de 360 kilómetros por hora. En 2009, también viajará por la red ferroviaria italiana como parte del proceso de aprobación para la entrega de los trenes encargados por NTV . La nueva empresa de transporte italiana ha realizado un encargo firme de veinticinco trenes, con otros diez opcionales, junto con un contrato de mantenimiento durante treinta años. La entrega de los primeros trenes fabricados se iniciará en 2010.
(Amplio reportaje sobre el AGV –diseño y pruebas- en el número 522 de Vía Libre)