(22/05/2015) En lugar de fomentar el ahorro, y tal y como señalan los responsables de Fidex, la regulación en vigor está desencadenando el efecto inverso: la reducción en las inversiones en ingeniería de proyectos tiene como consecuencia directa un aumento en los costes en la fase de ejecución de obras y en el posterior mantenimiento de las infraestructuras que, a menudo, supera con creces el ahorro inicial.

Fidex recuerda que la inversión actual en este tipo de ingeniería representa, en España, en torno al 5 por ciento del importe total invertido en la obra, una cifra que está muy lejos del 10 por ciento del presupuesto total de países comparables de nuestro entorno, y que se asemeja más a las cantidades invertidas en economías en desarrollo.

Sobrecostes

Según los cálculos de Fidex, los cinco puntos porcentuales a que asciende el diferencial inversor en ingeniería de España respecto al resto de países de su entorno son, precisamente, el origen de unos sobrecostes de entre el 20 y el 50 por ciento en las fases posteriores del contrato, y que en algunos casos no sólo condicionan la ejecución de la obra, sino que se reproducen durante el resto de la vida económica de la infraestructura.

En esas condiciones, el ahorro puntual en ingeniería -unido en ocasiones a una fase de planificación excesivamente corta o acelerada- funciona como un lastre para las siguientes generaciones, por lo que Fidex reclama que las administraciones se planteen las inversiones pensando en horizontes a medio y largo plazo, puesto que el cortoplacismo suele provocar actuaciones innecesarias y, afirman, el mal uso de los fondos aportados por los contribuyentes. 

Directiva europea

Aprovechando el proceso para incorporar al derecho estatal español la directiva 2014/24, Fidex trabaja con el ejecutivo y los partidos políticos para lograr que el nuevo marco legal reconozca el carácter intelectual de los servicios de ingeniería y arquitectura y que, de esa manera, se arbitre un régimen específico en el que las adjudicaciones se puedan realizar exclusivamente sobre parámetros de calidad, eliminando algunos trámites que actualmente imposibilitan de hecho esta posibilidad, y estableciéndose un coste fijo para cada proyecto. Se trataría, en suma, de invertir el sistema actual y convertir la subasta a la baja de precios en una competición al alza por la calidad.

Fernando Argüello, director general de Fidex, ha valorado además el papel de Ineco en el sector, y en concreto como vector de expansión internacional en consorcios con la participación de empresas españolas, aunque ha demandado que se limite el recurso a la figura de la encomienda de gestión.